Lavar la ropa deportiva puede ser un desafío, ya que estas prendas están diseñadas para resistir la transpiración y el esfuerzo físico, pero suelen acumular bacterias y humedad, lo que genera malos olores que a veces no desaparecen con un lavado común. Además, los materiales técnicos requieren cuidados específicos para evitar que se dañen o pierdan sus propiedades funcionales, como la elasticidad o la capacidad de absorción. Es por ello que existe una guía completa para limpiar tus prendas deportivas y mantenerlas frescas, cómodas y en perfecto estado durante más tiempo.
Preparación para el lavado
- Dale la vuelta a las prendas: Antes de colocarlas en el lavarropa, asegurate de darles vuelta para lavarlas del revés. Esto protege los colores, los estampados y los adornos. También previene que los cierres o botones de otras prendas puedan engancharse y dañar los tejidos delicados de tu ropa deportiva.
- Separá la ropa deportiva: No mezcles estas prendas con otras muy sucias o de telas ásperas para evitar daños. Podés lavarlas junto a las toallas que usás en casa, ya que tienen una textura más suave.
Cómo configurarlo en el lavarropa
- Usá agua fría o tibia: Elegí un programa corto a baja temperatura, preferiblemente no más de 40 °C, para evitar que las fibras se desgasten. El calor excesivo puede deformar los tejidos elásticos.
- Evitá el centrifugado: Si es posible, prescindí de esta función, ya que puede causar desgaste en las telas y reducir su vida útil.
Productos para un lavado eficiente
- Detergente neutro: Usá detergentes suaves diseñados para tejidos delicados. Estos productos limpian sin dañar las fibras.
- Vinagre blanco como suavizante: Añadí 1/4 de taza de vinagre blanco en el compartimento del suavizante para neutralizar olores y mantener las telas suaves. El vinagre es una alternativa natural que no desgasta los tejidos.
El secado adecuado
- Secado al aire libre: Aunque algunas prendas deportivas toleran el secarropa a baja temperatura, lo ideal es secarlas al aire. Evitá la luz solar directa, ya que puede desvanecer los colores vivos.
- Evitar el planchado: Estas prendas no suelen necesitar plancha. Si es estrictamente necesario, usá una temperatura baja y colocá un paño o tela entre la plancha y la prenda para protegerla.
Cuidados adicionales
- Lava tus prendas después de cada uso: No permitas que se acumulen bacterias o sudor, ya que esto puede provocar malos olores persistentes.
- Atención a las instrucciones de las etiquetas: Cada prenda puede tener recomendaciones específicas según su material. Leer las etiquetas te ayudará a elegir la mejor forma de lavado y secado.