El postre helado de café y vainillas es la opción perfecta para quienes buscan un postre fresco, delicioso y con ese toque irresistible del café. Esta receta no solo es muy fácil de preparar, sino que además tiene la capacidad de lucirse en cualquier ocasión: desde un almuerzo de domingo hasta una cena especial.
Con pocos ingredientes y sin necesidad de horno, se trata de un postre que cualquiera puede hacer en casa, incluso sin experiencia en la cocina. En este caso, el café es protagonista de un postre helado que se complementa a la perfección con la suavidad de las vainillas, la cremosidad de la crema y la dulzura del dulce de leche, logrando un equilibrio perfecto en cada bocado.
Como en cada idea que presentamos, esta es ideal para quienes disfrutan de recetas rápidas pero llenas de sabor, y también para aquellos que buscan un postre fresco para los días más cálidos del año.
Ingredientes
-14 vainillas
-250 ml de crema
-1 cucharada de esencia de vainilla
-100 g de azúcar
-1 cucharadita de café instantáneo
-Dulce de leche a gusto para el corazón
-1 taza de café para remojar las vainillas
-Chocolate para espolvorear
El paso a paso para un postre helado de vainillas
1-Prepará el café y, una vez que el café esté frío, remojá las vainillas rápidamente asegurándote de no empaparlas demasiado para que no se deshagan. La idea es que absorban el café pero mantengan su estructura.
2-Extendé un papel film sobre la mesada y colocá las vainillas remojadas, 7 de un lado y 7 del otro.
3-En un bowl verté los 250 ml de crema de leche bien fría, agregá el azúcar y la cucharadita de esencia de vainilla.
4-Batí la crema hasta que tome consistencia, pero no las sobrebatas. La idea es que queda firme, pero aún cremosa.
5-En este punto, agregá la cucharadita de café instantáneo disuelto en un poquito de agua caliente (esto intensificará el sabor a café en la crema). Incorporalo con movimientos suaves para no bajar la crema.
6-Sobre la primera capa de vainillas remojadas en café, verté la mitad de la crema de café que acabás de batir. Esparcila uniformemente con una espátula o cuchara.
7-Ahora, agrega el dulce de leche a gusto en el centro, como si fuera el “corazón” del postre. Podés hacerlo a cucharadas o con una manga pastelera para quede más prolijo.
8-Verté la crema restante y nivelá la superficie para que quede pareja.
9-Lleve el postre al freezer por al menos 4 horas o hasta que esté bien firme. Este tiempo le permitirá al postre tomar la textura helada adecuada, lo que le da ese toque refrescante tan delicioso.
10-Antes de servir, retiralo del congelador unos 5 a 10 minutos antes para que sea más fácil de cortar.
11-Espolvoreá con chocolate rallado o en polvo para darle un toque final. También podés usar cacao amargo si prefieres un contraste más intenso con el dulce de leche.