La tarta de queso y cebolla es uno de esos platos que nunca fallan. Ya sea para una comida ligera o para una cena en familia, este clásico tiene la combinación perfecta de cremosidad y sabor, que lo convierte en el favorito de muchos.
Además, es muy fácil de preparar y con ingredientes que seguramente tienes en tu cocina. Si tienes un caldito de verdura, un truco especial es rallarlo en la preparación para darle un toque de sabor extra.
Ingredientes principales
- 2 cebollas grandes
- 250 g de queso cremoso o mozzarella
- 100 g de queso parmesano rallado
- 4 huevos
- 200 ml de crema de leche
- 1 masa para tarta (puede ser comprada o hecha en casa)
- 1 caldito de verdura (opcional)
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Aceite de oliva
Preparación
1. Carameliza las cebollas:Corta las cebollas en juliana y cocínalas a fuego bajo en una sartén con un poco de aceite de oliva. La clave está en cocinarlas lentamente hasta que se tornen doradas y caramelizadas, lo que tomará alrededor de 15 a 20 minutos. No tengas prisa, la caramelización es lo que le dará ese toque dulce y delicioso a la tarta.
2. Prepara la mezcla de quesos:En un bol, mezcla el queso cremoso con el queso parmesano rallado. Si prefieres una tarta más suave, puedes agregar más queso cremoso o incluso ricotta.
3. El toque del caldito de verdura:Un secreto que potenciará el sabor de la tarta es rallar un caldito de verdura sobre la mezcla de queso. Esto le dará un sabor más profundo y un toque salado, sin necesidad de agregar demasiados condimentos.
4. Armado y horneado:Coloca la masa de tarta en un molde previamente aceitado, vierte las cebollas caramelizadas y luego agrega la mezcla de quesos y huevos batidos con la crema de leche. Salpimienta al gusto y añade un poco de nuez moscada. Hornea en horno precalentado a 180°C por unos 30-35 minutos, o hasta que la tarta esté dorada y cuajada.
Esta tarta de queso y cebolla es ideal para cualquier ocasión. El caldito de verdura le da ese toque especial que la hace diferente y aún más sabrosa. Puedes acompañarla con una ensalada fresca o comerla sola.