Hay contaminaciones de las que no sabemos, como la que produce la industria textil, que genera desechos que se cuentan en toneladas. Por eso el reciclaje de estas telas llegó para solucionar esto.
Se estima que el mundo genera más de 92 millones de toneladas de residuos textiles cada año (el 20% de toda la producción de desechos). Esto engloba ropa, sábanas, toallas y cualquier otro material textil, que van a parar a desiertos, a incineradoras o directamente a los océanos.
Frente a esta realidad, se ideó una manera totalmente innovadora de reutilizar las prendas de vestir que son consideradas desechos, creando con ellas ladrillos a base de los textiles que han sido tirados a la basura.
Este procedimiento es una de las ideas con las que se podría beneficiar al medio ambiente. Al mismo tiempo puede aportar un granito de arena a un problema generalizado que es el acceso a la vivienda.
Para afrontar el impacto en el medio ambiente, debemos reducir los residuos textiles, así como también prologar el ciclo de vida de esta clase de productos y aumentar su reciclado.
Algunas de las virtudes de estos ladrillos aislantes, es precisamente esa, su capacidad de aislar tanto los cambios de temperatura, como los impactos sonoros externos. Dos elementos esenciales, por un lado, controlar el consumo energético a la hora de climatizar la vivienda, y por el otro, disminuir la contaminación sonora a la que estamos sometidos.
Producción de los ladrillos hechos de ropa
El proceso de fabricación comienza al elegir el color de los textiles que van a ser utilizados para hacer el ladrillo y así puede personalizar el color de la pared con la ropa que decida reciclar.
La ropa es triturada y se pesa la cantidad deseada de textiles, para que cada ladrillo pese lo mismo. Luego se mezcla con un pegamento ecológico, hecho de ingredientes de origen biológico y que es no contaminante.
Este pegamento también asegura que los ladrillos sean impermeables y resistentes al fuego. Luego, los ladrillos se deben comprimir de manera manual. Una vez que se haya realizado este paso, se dejan secar de manera natural por dos semanas.
Finalmente, pasado ese tiempo ya estarán listos para ser usados para crear muebles, separar habitaciones y decorar paredes. También se pueden usar para fabricar estructuras como lámparas, mesas, taburetes, y demás.