Si hay algo que no puede faltar en nuestra mesa, especialmente cuando las verduras de estación están a su mejor momento, es una tarta de zapallo y queso.
Este plato es ideal para cualquier ocasión: una comida rápida, un almuerzo ligero o incluso una cena reconfortante. Con una mezcla de sabores suaves y cremosos, esta tarta es perfecta para disfrutar en cualquier época del año, pero especialmente cuando el zapallo está en su mejor momento.
El zapallo, con su sabor suave y dulce, combina perfectamente con el queso rallado y la cebolla de verdeo. Además, la base de esta tarta es fácil de preparar y se cocina rápido. Si te gusta comer rico pero sin complicarte, esta receta es justo lo que necesitás.
Ingredientes que vas a necesitar para la tarta de zapallo y queso:
- 1 taza de puré de zapallo (lo mejor es cocinarlo al horno o en microondas para que no absorba tanta agua)
- 2 cucharadas de queso rallado
- 1 diente de ajo picado
- 2 cebollas de verdeo picadas
- 2 huevos
- 2 cucharadas de manteca derretida
- 1 taza de harina leudante
- Sal y pimienta a gusto
Con estos ingredientes simples y fáciles de conseguir en cualquier mercado o verdulería, vas a poder preparar una tarta sabrosa que encantará a toda la familia.
El secreto está en conseguir un puré de zapallo bien seco, lo que permitirá que la tarta no quede demasiado húmeda y tenga una textura perfecta.
Preparación paso a paso de la tarta de zapallo y queso:
- Prepará el puré de zapallo: Lo primero que tenés que hacer es cocinar el zapallo. Para evitar que la tarta quede aguada, lo mejor es cocinar el zapallo en el horno o en el microondas, ya que de esta forma no se acumula mucha agua. Luego, procesalo o aplastalo con un tenedor hasta obtener un puré bien sequito. Si el zapallo tiene demasiada agua, escurrilo bien antes de usarlo.
- Mezclar los ingredientes: En un bol grande, colocá el puré de zapallo, las cebollas de verdeo picadas, el ajo picado y las 2 cucharadas de queso rallado. Revolvé bien hasta que todo quede bien integrado. Esto va a dar una mezcla bien sabrosa que va a ser la base de nuestra tarta.
- Incorporar los huevos y la manteca: Agregá los huevos de a uno y mezclá bien después de cada adición. Esto va a darle estructura a la tarta. Luego, sumá las 2 cucharadas de manteca derretida, lo que le dará un toque de suavidad y sabor. Revolvé hasta que todo se integre perfectamente.
- Agregar la harina: Ahora, incorporá la harina leudante y mezclá hasta obtener una masa suave. La harina leudante hará que la tarta quede bien aireada y esponjosa. No olvides agregarle sal y pimienta a gusto, para darle el toque justo de sabor.
- Llevar al horno: Volcá la mezcla en un molde enharinado y enmantecado. Esto evitará que la tarta se pegue al molde. Luego, llevá la preparación al horno moderado (180°C) durante 30 a 35 minutos. La tarta está lista cuando esté dorada por encima y al pincharla con un palillo, este salga limpio.
Consejos para una tarta perfecta:
Si querés darle un toque extra, podés agregarle un poco más de queso rallado por encima antes de llevarla al horno, para que quede bien gratinada y crocante.
También, podés incorporar hierbas frescas como orégano o tomillo en la mezcla para darle un sabor aún más sabroso.