El clima dentro de nuestros hogares tiene un impacto que va más allá del confort. Según un estudio del Instituto Marcus, afiliado a la Escuela de Medicina de Harvard, las condiciones térmicas ideales pueden mejorar la salud cognitiva, especialmente en adultos mayores.
Esta investigación destaca cómo el entorno doméstico influye en la atención, la memoria y la toma de decisiones, planteando una preocupación creciente ante el cambio climático.
Los hallazgos del estudio
Realizado en Boston, Massachusetts, el estudio analizó durante un año a 47 personas mayores de 65 años, evaluando sus hogares y rendimiento mental. Los resultados identificaron que el rango óptimo de temperatura para el cerebro se encuentra entre 20 °C y 24 °C. Por fuera de este margen, las probabilidades de dificultades cognitivas aumentaron significativamente.
Amir Baniassadi, líder del estudio, señaló: “Estos hallazgos subrayan la importancia de un entorno térmico adecuado para proteger la salud mental en las personas mayores”. Además, se destacó que un cambio de apenas 4 °C fuera del rango ideal puede duplicar las probabilidades de problemas de atención.
Impacto del cambio climático
Con el aumento de temperaturas globales y fenómenos meteorológicos extremos, mantener un hogar en condiciones óptimas es cada vez más desafiante. Comunidades de bajos ingresos enfrentan mayores riesgos debido a la falta de recursos para acceder a sistemas de calefacción o aire acondicionado.
Para abordar este problema, los investigadores proponen estrategias como mejorar la eficiencia energética de las viviendas, ampliar los subsidios a equipos de climatización y fomentar políticas públicas que prioricen el bienestar térmico en los hogares.
El estudio resalta la importancia de considerar las condiciones del hogar como un pilar para la salud mental. En un mundo con climas extremos, garantizar entornos adecuados es clave para proteger a las generaciones mayores y mejorar su calidad de vida.