Lilian Mollo se convirtió en LA participante de este ciclo. Oriunda de Valentín Alsina, la ciudad que acunó a Ricardo Montaner, la mujer sorprendió a todos con su melodiosa voz y una actitud que dejó a más de uno sin palabras.
Con un look rockero, la mujer que no quiso develar su edad por coquetería sorprendió con su repertorio al cantar uno de los boleros más conocidos y clásicos que hay. Con las primeras estrofas iba conquistando al jurado que se mostraba escéptico, pero hacia la mitad de la participación, Montaner y Soledad cayeron encantados ante la voz de Lilian.
“Me hacía falta escuchar una voz tradicional, haciendo un bolero tradicional. Me encanta haberme dado vuelta porque tiene un look muy contrastante con lo que acabas de cantar, y te queda muy bien. Y eres de las mujeres más hermosas que ha pisado este escenario”, confesó Ricardo, que no sabía que estaba por entrar en un huracán delirante de anécdotas y recuerdos.
Después de contar que era de Valentín Alsina, Lilian y Mollo empezaron a hacer todos los que nos encontramos con alguien de la misma ciudad: nombrar calles y personas conocidas. Resultó que Lilian vivía muy cerca de la casa de Ricardo, dato que la mujer atesoraba, al igual que el nombre de la primera maestra de Montaner. La señorita Eve fue el primer amor de Ricardo, según él mismo contó y reveló que tuvo un segundo romance con una compañerita que se llamaba Nancy.
En el medio del relato entró Sandro. ¿Por qué? Aparentemente, según contó Lilian, Roberto Sánchez fue su padrino artístico. Ante la sorpresa de los jurados, la mujer confesó que ella no quiso colgarse de la fama del artista y hacer su propio camino.
A la hora de elegir era obvio con quién se iba a ir y sin entender mucho el juego, Lilian se fue con Ricardo Montaner. Soledad, que ya sabía hace rato que había perdido la pulseada y que estaba “pintada”, se fue del estudio con Lali en otro momento sublime que solo ellas pueden lograr, gracias a la complicidad que comparten.