Los participantes del Hotel de los Famosos recibieron la visita de Cae, quienes les brindó un pequeño concierto en el barcito, el lugar en el que los participantes se reunen a escuchar música o para compartir un trago. Pero el show del artista cerró con una situación que molestó a los famosos.
El cantante fue acompañado por su hijo Franco e interpretó varios hits de los ‘90, entre los temas propios como “Te recuerdo”, y ajenos, como “Tranquila”, de Javier García o “Amigos”, de los Enanitos Verdes.
Ya al final del show, Cae invitó a Lissa Vera, la integrante de Bandana, a cantar con él “Canción de despedida”, de Los Lunes. El resto de los participantes se prendió con la versión y aportó coros que explotaron en el momento del estribillo, aunque fue evidente una situación que se dio entre el invitado y la cantante.
“Cae la invita a Lissa a cantar pero nunca le pone el micrófono cerca”, señaló sorprendido Pato Galván. “Ni siquiera te digo que se lo dés. Está bien que sos el que canta, pero apuntale cuando canta ella”, agregó intentando comprender su actitud.
Cae cantaba aferrado al micrófono y Lissa hacía lo posible para que su voz se escuchara, ya que su colega nunca le puso el micrófono para que cante.
El enojo de Lissa Vera y los participantes del hotel con la actitud de Cae
“Yo me ubico sola en mi palmerita. El show es de Cae”, explicó la ex Bandana en el backstage. “Estas cuerdas vocales se aguantan no tener el micrófono”, agregó con un dejo de ironía.
“¿Como no cantaste? Tendrías que haber cantado”, la encaró Alex Caniggia en la cocina. “Cuando alguien canta, respeto su show. Hay códigos. El reflector no es para mí”, respondió Lissa, hasta allí consecuente con su pensamiento.
Pato Galván volvió a referirse al tema que le llamó poderosamente la atención: “Lo único raro fue cuando él la invitó y no le pone el micrófono”. “Por ahí se pensó que no conocía el tema”, arriesgó Rodrigo Noya.
Pero Lissa contó la trastienda hasta ese momento desconocida: “Se lo dije en códigos de arriba del escenario: ‘entro en el estribillo’, porque lo demás no me lo sabía”, reveló, provocando ahora sí el enojo de sus compañeros.
“Yo me acerqué a acompañarlo, porque él se puso a zapar y yo más o menos me sabía las armonías y me acerqué a acompañarlo. Es una zapada, no voy a que me pegue el reflector de lleno, no me interesa, no es mi momento”, cerró, antes de dar vuelta la página, ir a dormir y olvidar la bronca.