El miércoles 23 de febrero, Mirtha Legrand estuvo de fiesta al cumplir 95 años. La diva de los almuerzos estuvo rodeada de familiares y amigos a quienes invitó a su casa para brindar por su vida y su salud.
Los íntimos de la conductora fueron hasta su domicilio, posaron antes los flashes que estaba en la puerta del edificio y pasaron una velada hermosa junto a la cumpleañera que tuvo uno de los gestos más lindos para con los trabajadores de prensa y los admiradores que estaban en el lugar. Chiquita bajó hasta la puerta del complejo y saludó a quienes la esperaban para cantarle el Feliz Cumpleaños.
Nacho Viale y su papá Ignacio Viale del Carril, Teté Coustarot, Gino Bogani, Carlos Rottemberg, Martín Cabrales y Alejandro Veroutis fueron algunos de los invitados al cumpleaños de Mirtha.
Cada uno recibió una invitación escrita por la propia conductora y antes de ingresar al departamento, debieron hisoparse.
Marcela Tinayre no dio el presente porque está en Miami; su nieta Juana Viale, en Corrientes y su bisnieta Ámbar de Benedictis, en Europa.
Así fue el festejo de 95 años de Mirtha Legrand
Según se supo, la decoración del cumpleaños la realizó Ramiro Arzuaga, quien acomodó por varios rincones de la casa de Mirtha varias velas y distintos tipos de flores como rosas perfumadas, nardos rosados, lisianthus en diferentes tonos y cresta de gallo en una tonalidad amarillo vainilla.
Acomodaron dos mesas para que los invitados estuvieran cómodos, habían manteles con volados y encajes y un despliegue imponente de vajilla, con las bandejas espejadas donde lució parte del menú de tres pasos.
La entrada fue un chipá con mermelada de cebolla, mini tarta de remolacha con humus de avellanas y pickles de cebolla más portobellos rellenos de pistacho y ricota. Como principal se sirvió ñoquis de sémola a la romana con fileto rústico dulce, pesto de albahaca y nueces.
Pero habían otras opciones como crostinis de vitelo tonnato; mini hamburguesas con frijoles, queso crema, gravlax y palta; bomba vasca de asado braseado, frutillas con salsa romesco, escamas de jamón parma, y quesos argentinos con miel y uvas picantes.
A la hora de lo dulce, hubo una hermosa torta con la forma de la letra M. Era tan grande que no entró en la heladera de Legrand por lo que permaneció en el camión refrigerado de la empresa que la elaboró hasta que llegó el momento del postre.