Roberto Parra fue parte estuvo en la segunda edición de Gran Hermano, un reality que se llevó adelante en un año trágico para la Argentina como fue el 2001. Aquel episodio lo golpeó fuerte y derribó sus sueños.
Roberto puede gritar con orgullo que es uno de los nueve ganadores de la versión nacional de Gran Hermano. Recién a fines de marzo, cuando concluya la reciente edición que por estos días mantiene en vilo a la televisión, ese selecto grupo llegará a la decena.
En el caso de Roberto, puede que se trate de la situación más compleja, vinculada a la crisis de la Argentina. Participó de la segunda temporada, aquella en la que convivió con Silvina Luna (con quien peleó por el primer puesto) y Ximena Capristo, por ejemplo. Ingresó a la casa más famosa del país el 4 de agosto de 2001.
El 1 de diciembre, Parra alcanzaría la consagración. Pero cuando intentó sacar del banco el dinero correspondiente al premio de ganador, no pudo hacerlo. Eran días de un estallido social que azotó a todo un país.
Horas antes de que el por entonces ministro de Economía Domingo Cavallo decretara el corralito, la producción del programa depositó 200 mil dólares a nombre de Parra. En un abrir y cerrar de ojos, se transformaron en la nada misma.
Hoy, Roberto Parra tiene 50 años y ese orgullo que nadie podrá quitarle jamás, se entremezcla con otras emociones más agrias. Convocado por Teleshow para rememorar lo ocurrido dos décadas atrás, añora la fama que le dio Gran Hermano. “Se me vienen varios recuerdos a la cabeza. Por un lado me agarra mucha nostalgia, y por otro, me pone muy feliz recordar ese hermoso momento. Fue una de las experiencias más lindas y maravillosas que tuve en mi vida”.