Dan Bridge y Paul Armitstead son los dueños de la mansión en la que Elvis y Priscilla Presley pasaron su luna de miel en 1967 en Palm Springs, California, y ahora la pusieron a la venta. Después de dos años de remodelarla y volverla un sinónimo de la modernidad, esperan encontrar un nuevo dueño para la propiedad por 5,6 millones de dólares. Desde la época en que el llamado Rey del Rock habitó la vivienda, ya era una de las más vanguardistas, status que aún mantiene, según La Nación.
La casa se construyó en 1962 especialmente para el empresario Robert Alexander y su familia. Tiene una dimensión de 437 metros cuadrados y desde ese momento su estilo fue de lo más innovador. Hoy, permanece como uno de los recintos protegidos por la Junta de Preservación de Sitios Históricos de Palm Springs.
El momento en que se terminó su construcción fue icónico para esa región, ya que fue la primera propiedad moderna que poseía controles electrónicos para manipular la temperatura, las luces exteriores y los sistemas de rociadores, una mansión acorde a las necesidades de una estrella del rock como lo era Presley.
En la actualidad conserva ese estilo vanguardista, aunque un poco más adaptado a la época. Su arquitectura se hizo bajo el lema de cero esquinas, por lo que todas las habitaciones tienen curvaturas en los rincones. Posee cuatro cuartos y una piscina en forma de pentágono, los cuales están adecuados a la temática geométrica y espacial que fue el eje rector de la remodelación.
¿Cómo es la casa en la que pasaron su luna de miel Elvis y Priscilla Presley?
Si bien la propiedad prioriza los tintes modernos, también se destaca por otros elementos que buscan hacer sentir a sus habitantes como en un dulce hogar. Algunas paredes están forradas de piedra, mientras que hay un sofá redondo frente a la chimenea y ventanales que van desde el suelo hasta el techo para que la luz solar sea lo primero que se vea al amanecer.
Los dos vendedores se encontraron con esta casa durante la Semana del Modernismo de Palm Springs y la compraron por 2,6 millones de dólares. Ahora que la remodelaron, la ofertan por un precio multiplicado. “Nuestro objetivo en esto no era tener un museo, sino convertirlo en un hogar que respire para las personas que vivirán en él, no solo usarlo como una obra maestra”, le dijo Dan Bridge.
Y es que en realidad la casa antes sí parecía un museo con temática de Elvis, ya que su anterior dueño la adornaba con recuerdos del cantante porque era un gran fanático. Aunque todos los objetos fueron subastados por él antes de venderla, lo que permitió que la vivienda fuera remodelada casi en su totalidad.
Entre lo que destaca de las nuevas adecuaciones es una cocina con una isla central redonda, una chimenea flotante y la pintura de color original que Bridge y Armitstead consiguieron. Buscaron a un proveedor de pintura de la década de 1960 y lograron el mismo con el que estaba pintada la fachada.