Mauro Icardi y Wanda Nara poseen una magnífica residencia campestre en Milán, la cual se ha convertido en uno de los destinos favoritos de la reconocida empresaria. Esta lujosa mansión se destaca por sus amplias habitaciones, diseñadas para brindar comodidad tanto a la pareja como a sus hijos y visitantes.
Además, la propiedad cuenta con extensas áreas verdes y una impresionante piscina, que añaden un toque de belleza y distinción al conjunto.
En su cuenta de Instagram, Wanda Nara compartió un video del hermoso jardín que rodea su casa de campo, mencionando que es uno de sus lugares favoritos para encontrar paz.
Además, reveló que ella misma se encargó de decorar cada rincón de la casa, mostrando su pasión por el diseño de interiores. En el interior, destacan las paredes verdes y los muebles de madera, mientras que el salón-comedor cuenta con cuadros “argentos” que reflejan la cultura del país.
Sin embargo, uno de los detalles más destacados de la casa de campo de Wanda y Mauro era un armario de madera especialmente diseñado para guardar ponchos.
Debido a que recibían muchas visitas, a menudo los invitados disfrutaban vistiendo ropa típica de campo, como los ponchos. Por esta razón, Wanda tenía preparado un lugar para que pudieran guardar sus ponchos.“
“Mueble para los ponchos que los invitados siempre utilizan en las reuniones al aire libre. Les encanta usarlos”, comentó Nara al revelar uno de los secretos de la residencia, que se encontraba apartada de la ciudad italiana.
La casa tenía material reciclado y una decoración muy particular
En gran parte de la residencia, Wanda optó por utilizar muebles reciclados, evidenciando su compromiso con el medio ambiente.“Es una muy buena idea mirar, restaurar y volver a utilizar los muebles”, destacó en el pie de foto de una de las imágenes compartidas.
Wanda siempre buscaba nuevas ideas para darle un toque original y distintivo a su casa de campo: “Hace dos años terminé la decoración y nunca me puedo relajar del todo. Siempre algo queda por hacer”.
Wanda también exhibió su impresionante cocina de dimensiones generosas y alto valor económico, valuada en un millón de pesos. La cocina, de la reconocida marca SMEG, lucía un elegante tono crema y contaba con una amplitud de 110 centímetros.
Equipada con tres hornos eléctricos y siete hornallas, incluyendo una especial “ultra rápida” para aquellos que tenían prisa, esta cocina era un verdadero tesoro culinario.