En las horas previas al último debate presidencial, Andrés Calamaro utilizó su cuenta de Instagram para demostrar su apoyo hacia Javier Milei. Lo hizo a través de un texto que publicó pero luego borró.
El músico comenzó escribiendo: “Muchos colegas optan por no opinar y hacen bien, pedir el voto para un candidato o tendencia tampoco es grave ni equivocado, pero un voto inverso o voto ‘del miedo’ es extraño”.
“Claro que me conviene no decir nada. Puedo ser cínico y demagogo y agitar el miedo a la vuelta de la dictadura o la pérdida de derechos, pero sería cinco y mentiroso”, añadió.
Luego de opinar que “es imposible que vuelva una dictadura”, El Salmón añadió: “Ganarme el aplauso de Instagram progresista me da vergüenza de tan fácil que es, demasiado sencillo y burro. Yo trabajo mucho y hace mucho tiempo. Jamás pedí nada ni me dieron nada”.
En relación a las personas que tienen su mismo pensamiento, Calamaro dijo: “No estoy blindado pero tampoco apostaría en mi contra. Soy tolerante y culto, ustedes son vagos, resentidos, equivocados e hipócritas. Creen en Internet y la televisión. Son un meme, yo soy un hombre. Ni más ni menos”.
La postura de Calamaro sobre el clima político
Aunque no lo nombró, el cantante dio cuenta de su apoyo al candidato de La Libertad Avanza: “El cambio por el cambio en sí mismo es una opción que tiene sentido en nuestro país... Como la realidad dista de ser perfecta (es más bien todo lo contrario) es entonces cuando un cambio tiene sentido y resulta en una opción deseada”.
“Los opositores del cambio no son oposición aunque tampoco ven con buenos ojos al candidato del ‘no cambio’, sólo suponen o dan a entender que es un mal menor agitando el miedo a ‘perder derechos’ o privilegios. El cambio discute el número exacto de ‘desaparecidos’ y propone un giro liberal inspirado en la Década Carlitos”, dijo en referencia a quienes llamaron a votar por Sergio Massa.
Acto seguido, no tardó en criticar al el gobierno: “El oficialismo no propone nada, es la continuidad con la ilusión de un cambio que no sabemos en qué consiste. Un fragmento del sector cultural, universitario y el entretenimiento, se manifiesta contrario al cambio por motivos de índoles varias: el miedo a una teórica vuelta al pasado (algo improbable) y el pánico a ‘la pérdida de derechos’, un enigma”.
“El país atraviesa una época negativa como pocas veces recordamos. La destrucción de la clase media afecta a todos, pero se ha instalado un repudio a cualquiera que quiera progresar acusándole de ‘clase mierda’ o porteños con ínfulas de migrar a España o Uruguay. La derrota destila rencor. Ya hemos visto casos similares en Brasil o los Estados Unidos. Hace apenas meses España sucumbió a una campaña de miedo que está hundiendo al reino en una suerte de dictadura progresista comunista que podría reventar un país que hasta ahora ostenta una calidad exquisita de vida”, analizó.
Por último, hizo una comparación entre los candidatos: “Podemos elegir entre algo distinto a más tiros en los pies hasta que no quede nada en pie”.