La novedad sobre la boda de Daniel Osvaldo y Giannina Maradona provocó una fuerte reacción de Ana Oertlinger, expareja del exfutbolista y madre de su primer hijo, Gianluca. La mujer, con quien él mantiene un conflicto histórico por la deuda en concepto de cuota alimentaria, salió con los tapones de puntas, según Ciudad Magazine.
“Me dicen por cucaracha (yo estoy bloqueada) que el que canta ‘De frente’ cerró y no volvió a abrir todos los comentarios de IG en sus fotos. Eso sin tener en cuenta que manda a la hermana a hacer los trabajos sucios por él”, se despachó Ana desde Twitter.
“Es un chiste este muchacho. ¡Qué payaso!”, lanzó, luego de hacer pública una delicada situación que vivió su hija con quien fue su pareja, pero todo esto no quedó ahí.
Las frases de Ana Oertlinger en medio del su conflicto con Daniel Osvaldo
Ana Oertlinger, expareja del músico se dedicó a replicar frases de una psicoanalista llamarada Ana Lucero. “Un narcicista no es horrible y abusivo el 100% del tiempo. Si lo fueran, sería fácil reconocer el abuso, demostrárselo a otras personas y hacer una ruptura limpia con el apoyo de tus amigos y de tu familia. Son horribles y abusivos el 80% del tiempo. ¿Qué hacen con el otro 20%? Intentan convencerte de que el 80% no está sucediendo”, puso.
Luego, siguió: “Los narcisistas tienen múltiples parejas, aventuras secretas, a veces dentro de la familia o incluso una vida completamente secreta con otra persona. Reclutan a amigos y familiares, que se dejan engañar por la imagen inocente que proyectan para defender su falso yo. Convencen a sus parejas de que los secretos descubiertos, son solo el resultado de la paranoia o la sospecha. Usarán ocasiones especiales como vacaciones o incluso funerales para salirse con la suya, momentos en los que la víctima menos lo espera”.
Durísima, Oertlinger, cerró: “Cosas que nunca debes hacer con un narcisista. No creas nada de lo que digan sin pruebas sólidas. NUNCA les prestes dinero ni te involucres financieramente con ellos en ningún asunto. NO tenga hijos con ellos. NO vayas a terapia con ellos. No creas ni tengas esperanza de que cambiarán porque no lo harán... JAMÁS. No creas los nombres o apodos que te llaman. No les digas nada sobre ti que puedan usar en tu contra más tarde, porque lo harán. No esperes ningún tipo de lealtad de ellos”.