Un hombre que vive en Mar Azul, partido de Villa Gesell, se volvió noticia en las últimas horas luego de que se viralizara la historia de la curiosa mascota que tiene en su casa.
“Llegué solo con un perro que se me murió hace tres años. Ahora ya todos me conocen y coseché un montón de amigos. Vivir acá es ser parte de una familia”, relató Adrián TN.
El hombre, oriundo de La Plata, tiene en su vivienda perros, un gato y un jabalí llamado Gervasio que se viralizó en las redes. Según lo relató al mismo portal, Gervasio llegó a su viuda cuando era muy pequeño: “Lo habían cazado cuando era un bebé y lo traían junto a su mamá, que estaba muerta en una bolsa de arpillera. Me dio lástima y les pedí por favor que me lo dieran”.
“Ahora tiene un año y medio. Lo recibí cuando era un bebé. Lo empecé a criar con una mamadera y a darle la misma comida que a los perros. Por eso está así de gordo”, detalló. Y no es para menos: pesa 200 kilos.
Sobre el momento del primer encuentro, su actual amo explicó que fue gracias a la compasión que el jabalí encontró un nuevo hogar: “Me dio una pena bárbara porque era muy chiquito, tenía el tamaño de una zapatilla. Y una semana de vida, como mucho. Le empecé a dar mamadera y le confeccioné un corral chiquito, que ahora lógicamente es más grande. Fue creciendo el amigo...”.
Pero la vida cotidiana no es sencilla de sostener, más si se tiene en cuenta los gastos que genera cuidar a un animal de esas características. De esta forma, su amigo humano confesó que si hubiera sabido lo que demandaba cuidarlo quizás no se hubiera quedado con él: “Come 100 kilos de cebada por semana, que por suerte me la regalan unos amigos que fabrican cerveza. Pero mirá: una bolsa de 50 kilos cuesta $3000. Y consume dos por semana. Hacé la cuenta”.
“En ese momento no lo pensé, lo agarré y lo metí en casa. Yo lo quiero. Y más allá de todo, puedo decir que es muy bueno tenerlo. Es lo mismo que un perro, porque él quiere cariño, que le den de comer y lo saquen a pasear. Nada más”, afirmó.
Para interiorizarse sobre el cuidado de un animal salvaje, Adrián recurrió a la bibliografía y al asesoramiento de expertos: “Lo más importante es darle amor, cariño, tratarlo bien. Es igual que un perro, tiene los mismos comportamientos. Yo siempre digo que se cree perro. Jamás tuvo una actitud violenta ni la necesidad de atacar a alguien. En el barrio lo conocen todos, los chicos vienen a saludarlo. A lo sumo tira cabezazos, pero porque quiere que lo acaricien. No tiene maldad”, expresó