El café molido es una infusión muy popular en muchas partes del mundo. A lo largo de los siglos, esta bebida ha trascendido fronteras y culturas, convirtiéndose en un ritual cotidiano en hogares, oficinas y cafeterías.
Su aroma y sabor característico lo han hecho indispensable para millones de personas que buscan comenzar su día con energía o disfrutar de una pausa durante sus rutinas.
Esta infusión rica en antioxidantes, ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño y contribuyendo al bienestar general. Además, el café es conocido por su capacidad para mejorar la concentración y aumentar la energía, gracias a la cafeína que contiene.
Lo que muchos no saben es que esta infusión, al mezclarse con ciertos productos, puede tener un uso muy importante en la construcción.
Cuál es el uso práctico de café molido que nadie conoce
Un grupo de ingenieros australianos ha descubierto que la combinación de los restos de café molido con hormigón produce un material hasta un 30% más resistente que el cemento que solemos conocer. Este innovador enfoque no solo podría mejorar las propiedades del concreto, sino también contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes generadas por los desechos orgánicos del café.
Según un comunicado de la RMIT University, el proceso comienza con la conversión de los posos de café en biocarbón a través de la pirólisis, un procedimiento de bajo consumo energético que se lleva a cabo sin oxígeno a temperaturas de 350 grados Celsius.
Rajeev Roychad, uno de los investigadores, señaló que cada año se generan alrededor de 10 mil millones de kilogramos de desechos de café, los cuales liberan importantes cantidades de gases de efecto invernadero, como metano y dióxido de carbono, durante su descomposición.
El hormigón, por otro lado, es un material que también consume grandes recursos. Jie Li, otro de los especialistas, explicó que la extracción de arena natural para su producción implica un alto impacto ambiental.
Con base en un modelo de economía circular, el equipo propone que este nuevo material hecho de café y hormigón podría abordar estos dos problemas simultáneamente. “Podríamos evitar que los residuos orgánicos terminen en vertederos y, al mismo tiempo, ayudar a conservar mejor nuestros recursos naturales, como la arena”, comentó Li.