Irse de vacaciones supone dejar la casa en condiciones para la vuelta o hacerse la idea de realizar una limpieza profunda una vez de vuelta en el hogar. Es imprescindible tener toda la energía para realizarlo, pero también estar organizado.
Es importante tener en cuenta que una limpieza profunda beneficia tanto la salud como el bienestar mental. Nos hace percibir el espacio donde vivimos como higienizado y nos da la sensación de haber cumplido con un deber que es fundamental para nuestro bienestar.
Para aprender a hacer una limpieza general en casa, es crucial conocer algunas pautas para asegurar que cada paso sea efectivo y se obtengan los mejores resultados. Después de todo, realizar la limpieza en verano puede ser la mejor manera de preparar la casa para el otoño y el inicio de nuevas actividades.
Los cuatro pasos a seguir
El primer paso es organizarse para evitar perder tiempo
Es necesario ordenar el armario de limpieza y revisar qué productos hacen falta. Si son demasiados y suponen un gasto elevado, considera utilizar productos naturales como vinagre o bicarbonato de sodio para la limpieza. Aprovechar también para verificar si los trapos, fregonas, bayetas, cepillos, escobas, guantes y la bolsa del aspirador que están desgastados y necesitan ser reemplazados, y adquierir nuevos si es necesario.
Despeja los objetos y artículos en desuso
Es probable que sean encontrados una variedad de cosas en todas las habitaciones de la casa que ya no se precisan. En ese caso, lo mejor es separar lo que aún pueda ser útil para otros y considera donarlo.
Limpieza de la cocina
Un consejo de limpieza para la cocina es vaciar los armarios, limpiarlos con un paño húmedo y un producto desengrasante; después, enjuagar y dejar secar. Es crucial saber cómo limpiar los muebles de cocina, así como las puertas y manijas. También asegurarse de limpiar a fondo las paredes, pisos y electrodomésticos.
Limpieza en habitaciones
Pasar la aspiradora por ambos lados del colchón y luego darle la vuelta. Lavar las almohadas de plumón en un ciclo corto y frío, y las sintéticas en un ciclo más cálido, evitando el centrifugado. Es preferible hacerlo en un día soleado para que se sequen al aire.