La historia de Silvia y Richi comenzó con 5 hijos, luego con 15 nietos, hasta tener un bisnieto. Siguiendo una vieja costumbre de vacacionar juntos, organizaron un viaje a Brasil que los incluyera a todos, incluyendo a los nuevos integrantes (bebés y parejas de alguno de los familiares), pero Richi falleció antes.
Suspender el gran plan de la familia no era una opción. Con la invitación de la abuela vigente y en homenaje a Richi, los 33 partieron a un all inclusive en Brasil que terminó siendo un suceso en redes.
“A nosotros siempre nos gustó viajar en familia, pero el alma viajera del grupo era mi abuelo”, declaró a Clarín Abril (@api.ph), una de las nietas que, filmmaker de profesión, se encargó de crear ese contenido que se hizo viral. Y agregó: “No llegamos, pero en su honor salimos a disfrutar todos juntos”.
Domingos en familia
Como es costumbre en muchas familias argentinas, cada domingo se arma una larga mesa en la casa de la abuela Silvia. Allí conviven cuatro generaciones: la más grande es la anfitriona, con 77 años; el más pequeño, el bisnieto, de uno.
El almuerzo se extiende a la merienda y ésta se transforma en cena. “A la abuela le encanta”, resumió Abril. Y sumó: “Cuando eran más jóvenes, con mi abuelo, incentivaban a sus hijos a compartir las navidades u otros momentos en familia. Eso hoy lo fuimos heredando nosotros”.
El truco: “los 33″ de la mano
El viaje de “los 33″ sorprendió a los usuarios de las redes sociales, pero para ellos el evento no resultó raro ni sorpresivo. Estar juntos es su forma de vida. “Gracias a todo eso hoy en día sus cinco hijos son muy unidos; eso lleva a que todos los primos también lo seamos y esperemos el domingo para juntarnos y compartir”, aseguró una de las integrantes de la familia.
En las redes sociales comenzaron a viralizarse imágenes de una familia con remeras cuyas estampas numeraban del 1 al 33. Gente que declaraba amarlos, otra que pedía el Instagram del “número tal”, candidatos para ser el número 34, halagos, risas y más se detallaban entre los comentarios del posteo que se viralizó.
La alegría no es solo brasilera
Respecto a las vacaciones, Abril sostuvo que ya son un clásico dentro de la familia. En los días de verano que comparten en Pinamar, ella es la encargada de ese registro. La diferencia en su última experiencia fue que esas imágenes salieron de la privacidad y se publicaron en su perfil de Instagram y TikTok, provocando un sinfín de reacciones.
“Lo mejor fue la motivación previa al viaje y que quieran participar de mis ideas para la cámara, porque a ellos les encanta tener el recuerdo en el video. Y yo amo hacerlo porque me dedico a eso”, aseguró Abril.
En ese viaje no faltó el “abuela, la, la, la, la, la”, ni las demoras de 20 minutos al acomodarse para posar en cada foto. La abuela al sol, la abuela tomando tequila, la abuela de excursión, la abuela en clases de baile y la abuela lanzada al aire por los hombres de la familia se convirtieron en hits.
Mientras tanto, tíos, tías, primos y primas mostraron sus talentos: mucho portuñol, algo de cerveza, la torre de personas en la pileta y una dosis indescriptible de humor los llevaron al éxito. De fondo suena Abba, todos corren al agua, posan, saludan, simulan llantos y prometen extrañar. Mientras tanto, la joven inmortaliza cada escena con su dron, con el mar como escenario principal.
“Están súper predispuestos a cualquier cosa, ellos se divierten haciéndolo, es muy gracioso porque se prestan para todo y nos hacen reír a todos”, afirmó Abril. Quizás por eso San Salvador fue sólo un punto de partida y ya están planeando el siguiente rumbo.
“Siempre están ahí las ganas de seguir viajando, y más con todo esto, que nos encantó y lo disfrutamos todos, así que seguramente va a haber un próximo”, anticipó la fotógrafa. Al despedirse, emocionada agradeció a su abuela Silvia por la invitación, y a su abuelo Richi, “el alma viajera” del grupo”.