La muerte de un joven de 20 años, que estaba detenido en un calabozo de la comisaría de Rivadavia, desató un caos en el microcentro del departamento del Este provincial. Un grupo de jóvenes apedreó la dependencia policial y comercios aledaños, lo que generó pánico en personas que quedaron en medio de esa situación. Hubo siete detenidos y dos policías heridos.
Todo comenzó el domingo a media mañana cuando se descubrió la muerte de Fabián Argüello en los calabozos de la Comisaría 13. Según la información oficial, el chico había sido trasladado a la dependencia a las 8 ya que lo habían encontrado con varios elementos robados.
Argüello ya era una cara conocida para las autoridades policiales y judiciales ya que tenía antecedentes por robos, cometidos sobre todo en 2014 y en lo que va de este año, aseguraron fuentes consultadas por Los Andes.
El joven era el único detenido que había en la dependencia esa mañana. A las 10, cuando un policía lo fue a ver, lo encontró colgado de los barrotes de una ventana. Según las fuentes consultadas se habría ahorcado con las mangas de su buzo.
Policía Científica trabajó en el lugar bajo la supervisión de autoridades de la Oficina Fiscal -comparte edificio con la Comisaría- y, a simple vista, el cuerpo no tenía más lesiones que la provocada por el ahorcamiento. Por el momento, la única teoría que se maneja es que el chico se quitó la vida, aunque se está a la espera de los informes del forense para confirmar el hecho.
Revuelta vecinal
El lunes por la tarde familiares del joven mantuvieron una reunión con autoridades judiciales durante la que se trató el avance del expediente.
Mientras se realizaba el encuentro, afuera de la dependencia esperaban unas 130 personas allegadas a Argüello. "Cuando salieron hablaron con la gente e incluso la madre del chico trató de calmarlos pero un grupo se descontroló", contó una fuente.
Entre 20 y 25 chicos comenzaron a apedrear la comisaría: usaron hondas, baldosas y cuantos objetos encontraron. El grupo fue disuadido por Infantería, que tiró disparos de estruendo. En medio de esta situación terminaron lesionados dos policías.
Los destrozos continuaron en las zonas aledañas a la comisaría. Hubo comercios rotos, sobre todo un café en el que habían varios clientes que quedaron en medio de esa situación caótica.
Por el hecho se detuvo a 7 jóvenes. Los 4 mayores fueron imputados por daños agravados.
