Ya son cuatro los imputados por la muerte de niño Bruno Ríos (4), quien falleció luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio, tras caer en la pileta de una escuela de verano de Tunuyán.
La semana pasada el fiscal de Tunuyán, Adrián Frick, imputó por el delito de homicidio culposo a cuatro responsables del natatorio Swimming -ubicado en calle Armani al 250 de Tunuyán- y, en los próximos días, otras personas podrían correr la misma suerte.
Por ahora los procesados son Marcela Cuadrelli (dueña del lugar); Betiana Branti, una suerte de "coordinadora" de la pileta; el profesor de educación física Mario Méndez; y un menor, un joven de 16 años que se desempeñaba como "monitor".
Todos fueron imputados por homicidio culposo, delito que tiene penas que van de los 6 meses a los 5 años de prisión.
Previo a ordenar las imputaciones, el fiscal Frick le tomó declaración a un niño de 10 años que fue un testigo directo del hecho, al punto que fue quien advirtió a los profesores que el pequeño Bruno había caído al agua.
La trágica caída del niño se produjo 14 de diciembre del año pasado, día en que quedó inaugurada la escuela de verano en la pileta Swimming.
Según los testigos, durante un recreo -cuando muchos menores jugaban en el agua- Bruno se sacó el pequeño salvavidas que lo protegía, se acercó a la orilla de la pileta (en la parte más honda) se agachó y cayó al agua.
Según el niño que lo vio caer, Bruno habría recibido un pelotazo y, tras caer, su cuerpo quedó debajo de unos "flota-flota", hasta que fue rescatado por los mayores que estaban a cargo de lugar.
Tras recibir primeros auxilios en la misma pileta, fue trasladado el hospital Scaravelli. "El niño estaba sin signos vitales. La verdad que su imagen era muy poco esperanzadora. Cuando llegué vi al niño como muerto, los compañeritos llorando viendo así a su amigo, era un gentío y todos gritaban, corrían... El kinesiólogo había empezado a realizarle RCP", explicaría luego un médico del servicio coordinado A Tiempo, que socorrió al pequeño en primera instancia.
Ya en el Scaravelli los médicos le diagnosticaron un paro cardiorrespiratorio y lograron estabilizarlo.
Al comprobarse la gravedad de asunto, se desplegó un gran operativo que involucró al helicóptero de la policía en el traslado del niño desde Tunuyán a la Ciudad de Mendoza.
Bruno quedó internado en terapia intensiva del Notti. Estuvo todo el tiempo inconsciente con estado de salud reservado y falleció el 26 de diciembre pasado.