En los últimos 20 días hubo en Rivadavia dos marchas por la inseguridad y un grupo de esos vecinos, se reunió más tarde con autoridades del municipio y del Ministerio, para plantear la preocupación que generan los habituales robos y asaltos que ocurren en la ciudad.
Como parte de la respuesta a esa demanda, hubo algunos anuncios y también promesas, y es en ese contexto que la comuna decidió salir a derrumbar los muros ofrendatorios de la ciudad, respaldada en una ordenanza y buscando minimizar así, la posibilidad de que los delincuentes se oculten en plazas y paseos a la espera de una víctima.
"Llegar a esto, a tener que destruir las paredes en donde recordamos nuestra historia es una involución como sociedad", se quejó uno de los vecinos que participó de la reunión, aunque no hay marcha atrás y ya se quitaron los muros ofrendatorios de más de media docena de plazas y paseos de la ciudad y en los próximos días se avanzará sobre otros dos.
"Hoy esos muros no tienen utilidad porque cuando uno pone una placa recordatoria lo hace sobre el suelo o en alguna pequeña estructura", dijo el intendente Ricardo Mansur y agregó: "Queremos que cuando una persona entre a una plaza y especialmente de noche, tenga la mayor visibilidad posible y es por eso que sacamos los muros e iluminamos los espacios".
Algo más de 500 vecinos marcharon en dos oportunidades durante los últimos 20 días, reclamando por la inseguridad, pidiendo mayor presencia policial en las calles y que se instalen las cámaras de seguridad, prometidas por la provincia hace más de cuatro años.
Durante la reunión con vecinos y luego de aclarar un par de veces que aunque colabore con la policía, la seguridad no es tarea del municipio, desde la comuna intentaron defender su situación y subrayaron que ante la falta habitual de recursos en comisarías y destacamentos, el municipio suele pagar parte del combustible que requieren los móviles policiales, el arreglo de los vehículos y también la restauración de las dependencias policiales, en las que durante el último tiempo invirtió casi cinco millones de pesos.
Uno de los principales reclamos, más allá del pedido lógico por más policías y móviles, tuvo que ver con la instalación de cámaras de seguridad, promesa del gobierno provincial que tiene más de cuatro años sin cumplirse, aunque el subsecretario de Seguridad, Antonio Carrizo, dijo ante los vecinos que el proyecto está por concretarse, que los casi 30 equipos ya fueron adquiridos y que sólo resta licitar en los próximos dos meses, la conectividad de la red.
Además, el Ministerio prometió traer a Rivadavia una unidad de la la policía montada y que vigile el predio del parque municipal, el lago y el polideportivo; también aseguró que enviará un destacamento móvil para recorrer el departamento, aunque de todo esto por ahora no hay fechas de realización.