Desde hace un tiempo, quienes buscan precios más accesibles en ropa eligen los locales ubicados entre avenidas Las Heras y Godoy Cruz.
Sin embargo, entre esta calle y Eusebio Blanco han proliferado tiendas que ofrecen prendas a precio mayorista o de feria y que son una buena opción, particularmente para las familias con varios niños.
Así, la clase media que se había acercado a los persas ahora se traslada unos metros para acceder a opciones más económicas.
Claro que estos negocios no son ajenos a la caída de ventas del mercado minorista, pero han logrado captar parte de los clientes que han migrado de otras zonas del Centro.
El local de indumentaria que se encuentra más al norte de esta "extensión" del Centro es Clari-Lú, en la esquina de 9 de Julio y Eusebio Blanco.
Desde hace 8 meses, en este sitio se puede encontrar ropa en liquidación. Incluso hay prendas para niños con pequeñas fallas desde los $ 20.
Como contraparte, no hay demasiada variedad de talles ni colores y tampoco tienen cambio. La idea, comentó Nadia, es que en 2019 también se puedan encontrar productos de línea.
Johana, de Mika, otra tienda ubicada en 9 de Julio al 1800, explicó que el negocio nació como una tienda mayorista de ropa para toda la familia con un monto mínimo de compra, pero con la caída de las ventas empezaron a ofrecer los precios por mayor al cliente minorista.
En el local, la mayor parte de los artículos se encuentra en percheros, pero también hay unas canastas con ofertas a $ 30, $ 50, $ 70 y $ 100.
Guadalupe estaba con uno de sus cuatro hijos en una tienda sobre calle Barcala, entre 9 de Julio y San Martín, que en la fachada anuncia que son fabricantes que venden directo al público.
La joven contó que empezó a ir cuando tenía un negocio propio de ropa y que luego de cerrar siguió yendo para encontrar mejores precios. “Es ropa muy económica y linda. Se consiguen medias por docena muy baratas”, señaló.
Yolanda estaba mirando uno de los percheros para encontrar un regalo para uno de sus nueve nietos y también prendas para el Día del Niño para todos ellos. La mujer se reconoció clienta fija del negocio, ya que encuentra ropa para todas las edades y más económica que en otros lugares.
La mayoría de estos negocios comparten algunas características, como tener prendas -también ropa interior y en algunos casos calzado- ubicadas en percheros, para que cada cliente pueda mirar por sí mismo, además de mesones o canastas con productos en liquidación.
Suelen ofrecer precio al por mayor por más de dos artículos cuando el pago es en efectivo. En casi ninguno se puede probar la ropa, aunque sí cambiarla después.
En el sector se encuentra un supermercado mayorista que vendía sólo a comerciantes y desde hace un tiempo vende también a clientes particulares, sin monto mínimo, un cambio que también adoptaron varios de los locales de indumentaria del entorno.
Reyna, de una fábrica de ropa sobre calle Barcala, comentó que van muchas familias grandes, con varios hijos, a quienes les resulta imposible comprar ropa para todos los pequeños en otros lugares.
La joven explicó que en los últimos días hubo un repunte de ventas por la cercanía del Día del Niño, pero aclaró que “un par de semanas atrás no eran buenas las ventas”.
En El Centro Mayorista, sobre 9 de Julio entre Barcala y Godoy Cruz, los percheros tienen dos precios, el mayorista –para más de dos prendas y en efectivo– y el de tarjeta.
Aquí se puede encontrar indumentaria para mujeres, hombres y niños, de todas las temporadas. Liliana detalló que no sólo reciben clientes del Gran Mendoza, sino también del Valle de Uco y del sur provincial.
Rosa probaba la elasticidad de unas calzas y contó que hace unos meses empezó a recorrer esta zona del centro mendocino para buscar ropa para ella y sus nietos.
“Siempre hay precios económicos. Voy mirando y compro si me lo permite el presupuesto, pero es más accesible que allá”, lanzó señalando con la cabeza hacia el sur.
Rotación de sectores comerciales
La secretaria de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico de Capital, Mariana Juri, manifestó que han observado que en el último tiempo, en la Ciudad, se genera una rotación de sectores comerciales.
Si bien el número de comercios no cae, sí hay modificación de zonas, como por ejemplo la creación de nuevos polos gastronómicos en Juan B. Justo y en Belgrano, o la concentración de 26 locales para niños en cuatro manzanas, en las inmediaciones de Rivadavia y 9 de Julio.
Sobre la zona comprendida por Eusebio Blanco, 9 de Julio, Godoy Cruz y San Martín, indicó que “la creación de una nuevo sector de indumentaria obedece en parte a los precios de los alquileres -más accesibles en la periferia- y también a una tendencia a que los negocios con características similares se agrupen”.
En este caso se trata de locales que en muchos casos nacieron como mayoristas y empezaron a vender al público minorista, por lo que mantienen los dos importes.
