El fisicoculturista brasileño Romario Dos Santos Alves, de 25 años, confesó que se inyecta aceite y alcohol en sus músculos para aumentar el tamaño de sus brazos y de su espalda.
En una entrevista publicada hoy por el diario inglés The Daily Mail, el deportista señaló que los médicos estuvieron a punto de amputarle ambos brazos por el riesgo que implicaban las continuas inyecciones en los bíceps.
Además, el joven expresó que en su pueblo, Caldas Novas, los niños lo suelen llamar "bestia" y "monstruo".
Fuente: dailymail.co.uk