Las diferencias de precios que existen entre los productos argentinos y los chilenos no se limitan solo a la ropa y la tecnología. En el mercado automotriz se observan distancias de hasta el 45% en el valor al consumidor final.
La brecha que existe entre un país y otro se explica principalmente por la diferencia en la carga impositiva, aunque algunos expertos aseguran que también tiene mucho que ver cómo está conformado el mercado en cada caso.
Es importante aclarar que para comprar un auto en Chile hay que tener ciudadanía chilena y cada tres meses, si se vive fuera de Chile, el vehículo tiene que estar en en ese país por un día por lo menos.
De hecho desde Aduana informaron que ningún argentino compra autos en el país trasandino.
Precios y modelos
Una análisis de los precios de los 0 km permite entender con precisión cuánta diferencia existe entre los precios Argentina y Chile. Para hacer una comparación justa, se tomaron como referencia los valores no solo de los mismos modelos, sino también de las misma versiones en un mercado y otro.
Sirve de ejemplo el Fiat Strada 1,4 8V Working, que según la valuación de la Cámara de Comercio Automotor de Argentina (CCA), tiene un valor de $260.800 en el mercado local.
En Chile, de acuerdo a la guía de precios de Auto Cosmos, ese mismo vehículo tiene un valor de $181.767 (pesos argentinos). Cabe aclarar, que en moneda chilena tiene un valor de $ 7.128.100. Para pasar ese valor a pesos argentinos se tomó como referencia una cotización de $ 25,50 argentinos por cada $ 1.000 chilenos.
La diferencia entre un país y otro, entonces, es de $ 79.033 y 43,48% para el Fiat Strada.
En autos de menor precio, como el Volkswagen Gol, la brecha es menor, pero igualmente notoria. Según la CCA, la versión Trendline 1,6 5P cuesta $ 233.265 en Argentina, mientras que en Chile se puede adquirir por $203.745, de acuerdo a la información de Auto Cosmos. La diferencia es de $29.520 y 14,49%.
En otros casos, cuando se habla de autos que están al alcance de una minoría, las diferencias de precios son mucho mayores aun.
Un ejemplo claro es el del Chevrolet Camaro, un vehículo deportivo que se ve con mucha más frecuencia en Chile que en Argentina.
En el país vecino, la versión SS V8 de 6,2 litros se comercializa en $ 884.595, pero en Argentina se vende a $ 2.594.480, lo que significa que hay una brecha de 193,30% y $1.709.885.
Claro está que ese es un caso extremo que solo aplica para un grupo reducido de consumidores, pero no deja de llamar la atención la diferencia abrumadora de precios.
No es un dato menor además que el precio que tiene un Chevrolet Camaro en Chile es similar al que tienen muchas de las pick-ups que se venden con mucho éxito en Mendoza y en el resto del país.
La carga impositiva
El principal motivo por el cual se observan tantas diferencia de precios entre un país y otro es la carga tributaria que deben enfrentar los importadores, los fabricantes y las concesionarias.
Carlos Clement, gerente general de Clement Comercio Exterior, explicó que en "Argentina los vehículos importados pagan un 35% derecho de importación si no pertenecen al Mercosur más un 0,5% de tasa de estadística".
A eso se le deben sumar los impuestos internos. En forma simplificada se podría resumir que lo autos con un valor de menos de $ 380 mil (en la transacción entre la fábrica y el concesionario), no abonan impuesto, los valuados entre $ 380 mil y $ 800 mil pagan una tasa de 10% sobre el valor del vehículo y los de más de $ 800 mil tributan un 20%.
Sin embargo, Clement aclaró que el 10% y el 20% no se aplican directamente sobre el precio del vehículo, sino que se calculan en base a un valor mayor que incluye también el costo del flete y seguro.
"Un vehículo importado con un precio de venta en el mercado interno de entre $ 380 mil y $ 800 mil está pagando en total una carga tributaria de 83,35% y uno con un valor de más de $ 800 mil tiene una carga tributaria de 106%", señaló. "A todo eso se le debe sumar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el resto de tributos provinciales y nacionales que afectan a todas las actividades por igual", apuntó Clement.
Por su parte, un despachante de Aduana de Chile explicó cómo es el régimen impositivo y aduanero del país vecino. El experto indicó que "los importados pagan un impuesto del 6% (contra 35% de Argentina) más un 19% de IVA (contra 21% de Argentina)". Además, aclaró que "los países con tratado de libre comercio con Chile no pagan ningún impuesto de importación". Es el caso por ejemplo de los vehículos provenientes de Japón, Estados Unidos, México y Brasil).
La mirada del mercado
Para Carlos Clement, las diferencias de precios de los autos entre Argentina y Chile no solo se explican por la carga impositiva. "Argentina tiene una economía poco competitiva, con pocos fabricantes y pocos importadores de autos. En Chile, en cambio, hay una competencia mucho más grande con muchas más marcas y modelos en el mercado", comentó.
"Eso lleva a que la lucha por tener precios bajos sea mucho mayor", opinó.
En representación de las concesionarias de Mendoza habló Hernán Yacopini, titular de Yacopini Mercedes Benz. El empresario aseguró que "la diferencia de precios se debe solamente por la carga tributaria".
"Se pagan muchos más impuestos en Argentina que en Chile. Eso se nota principalmente en los autos de mayor precio e importados, como es el caso de Mercedes Benz", comentó.
"Sí se debe reconocer que las diferencias de precios son todavía mayores a lo que se puede observar a simple vista. Aunque se trate las mismas versiones y modelos, los autos que se venden en Chile tienen casi siempre mayor equipamiento a los que vemos en el mercado local", continuó Yacopini.
