El carril Isidoro Busquets es en Junín la principal vía de comunicación que tiene esa ciudad con San Martín; un camino de dos manos, custodiado por una extensa arboleda de más de 800 ejemplares y por el que circulan, a diario, camiones, colectivos y más de 2.500 vehículos de menor porte.
A fines de 2012 y como resultado de una tormenta de lluvia y viento, un pesado plátano de 15 toneladas se vino abajo y aunque cayó fuera del carril, el asunto generó preocupación en la comuna, que coordinó con otros organismos un censo forestal para determinar el estado de salud de esa arboleda.
De ese estudio realizado en 2013 surgió que un total de 46 árboles (36 de ellos plátanos de más de diez toneladas) debían ser erradicados en forma inmediata, ya que sus troncos se encontraban secos o quemados y corrían "serio peligro de caer", según explicaron en ese momento los agrónomos del municipio.
Fue un trabajo interdisciplinario que encabezó el Concejo Deliberante y del que participaron la empresa eléctrica Edeste, la Dirección Provincial de Vialidad, el Inta y el Departamento General de Irrigación; las plantas que corren peligro de caer fueron enumeradas y sus troncos marcados con pintura roja; además, se acordó que Vialidad comenzaría con esa tarea de talar los árboles muertos el 5 de mayo de 2013, pero fue un asunto que en realidad nunca se llevó a la práctica.
Así pasó el tiempo sin novedad, hasta que finalmente sucedió lo que habían pronosticado los técnicos y este domingo, cerca del mediodía, uno de esos árboles cedió y se vino abajo sobre el carril, aunque afortunadamente quedó sostenido por un plátano al otro lado del camino; no hubo heridos pero el incidente no solo recordó la promesa incumplida sino que causó problemas de tránsito y cortes de la ruta durante largas horas en las que el municipio desrramó y trozó el enorme árbol de más de diez mil kilos.
"La tarea de erradicar las plantas secas del carril Busquets es de Vialidad y siempre lo ha sido", subrayó el intendente Mario Abed, mientras coordinaba los trabajos municipales para quitar el árbol, y desligó cualquier responsabilidad de su comuna en el incidente.
Lo cierto es que más allá de lo acordado en 2013, talar árboles de ese carril no es una tarea sencilla: en primer lugar, se trata de enormes ejemplares de más de 15 metros de altura, lo que requiere no solo maquinaria y personal entrenado, sino que implica cortar el tránsito durante días enteros, con la complicación que supone el desvío de miles de vehículos por caminos alternativos; pero además de ser la principal vía de comunicación de la zona, el carril Busquets y su arboleda forman una de las postales turísticas de Junín y sus más de 800 ejemplares, en su mayoría plantados a comienzos del siglo XX, están protegidos por ordenanza municipal y por ley provincial.
Esto implica que removerlos supone no solo de permisos especiales sino que obliga a replantar el lugar con nuevos ejemplares.
Walter Funes es delegado de la Dirección Provincial de Vialidad en el Este y admitió que la repartición no tiene elementos para erradicar los árboles secos y cumplir con lo acordado en 2013.
"El mismo problema del carril Busquets lo tenemos en la ruta 50", comentó el funcionario vial y explicó que "con los recurso que tenemos, solo podemos actuar ante una emergencia", lo que quiere decir que hoy por hoy, hay que esperar a que un árbol se caiga para que el personal de Vialidad de la zona vaya y lo quite del camino, por más peligrosa que sea la situación previa para el que transita por el lugar.
La única alternativa, aunque no parece ser por ahora más que un proyecto, es un pedido de la delegación Este para que Vialidad licite la erradicación de árboles secos en Junín, San Martín y Santa Rosa: "Tenemos elevado un expediente a la administración central, pero hasta acá no han habido respuestas", cerró el delegado regional de Vialidad, Walter Funes.
