La obsesión es la permanencia y por ello esta tarde no se permite la derrota. Para cumplir el objetivo principal del equipo de Labruna, los tres puntos de hoy valen oro.
Es que estará enfrente Central Córdoba de Santiago del Estero, rival directo en esta puja que tiene al Lobo en una situación incómoda aunque favorable. ¿Por qué favorable? Porque los resultados ajenos ayudan.
Con la derrota de ayer de Guaraní en Floresta, y si Sportivo Belgrano gana en San Francisco esta tarde, el Lobo podrá prácticamente asegurar su permanencia con una victoria ante el Ferroviario (lo obliga a Guaraní a sacar los seis puntos que quedan y el Lobo debería perder todo lo que resta para caer en descenso). Casi nada. Resolver esta angustia dos fechas antes sería un manto de piedad.
Labruna lo entiende a la perfección y no especula. Rompe el 4-4-2 y salta a la cancha el Bocha Pereyra para dar forma a un más osado 4-3-1-2. La visita, que tampoco especula, se parará 4-2-3-1 para llegar con mucha gente al área de Alasia.
En la previa, las propuestas hacen ilusionarse no sólo con un partido angustiante por lo que está en juego sino también vibrante. Dos equipos que quieren la permanencia y apuestan a jugar bien al fútbol. Algo anormal por estos lares.