La justicia ordenó que Mónica Castro (53) –más conocida como "la vidente" o "la bruja" de crimen del médico León Burela (64)- deje la cárcel de mujeres de Agua de las Avispas y siga detenida en su casa, donde viven sus dos hijos, uno de ellos menor de 12 años.
En cambio, "la viuda", Elizabeth Ventura, seguirá detenida por el mismo caso. Ambas están imputadas por el crimen de Burela, ocurrido en abril de año pasado. La imputación de Ventura es homicidio agravado por el vínculo; la de Castro, homicidio agravado en calidad de instigadora y por participación necesaria.
Hoy, en una audiencia realizada por videoconferencia, el juez Federico Martínez ordenó la prisión domiciliaria por cuestiones de salud. Es la primera reclusa acusada de un asesinato que logra la domiciliaria por cuestiones de salud, tras la aparición de la pandemia de coronavirus.El juez decretó una domiciliaria excepcional y transitoria con pulsera georeferencial, una caución de 800mil pesos y la prohibición de contacto con familiares de la víctima.
Susana Soleti, abogada de Castro ya había solicitado el beneficio de la prisión domiciliaria para su cliente en dos oportunidades. La primera en octubre pasado, advirtiendo que el padre de la imputada estaba enfermo, pero la solicitud no prospero. Luego, en diciembre pasado, cuando el hombre falleció, Soleti repitió el pedido, advirtiendo que lo dos hijos de Castro –de 12 y 21 años- se habían quedado sin su abuelo, quien era el sostén económico de ambos, aportando su jubilación. El informe social de esa situación no se había realizado y por eso el pedido se rechazó.
Ahora la situación cambió: la abogada argumentó que las autoridades del penal enviaron a la justicia un listado de mujeres que forma un grupo de riesgo frente a la pandemia de coronavirus y allí está Castro, quien es hipertensa y tiene problemas respiratorios ya que es asmática.
Además el padre de la mujer murió en diciembre y sus hijos no disponen del dinero que el hombre aportaba al hogar con su jubilación. Y el pequeño no tiene con quién quedarse cuando el mayor sale a trabajar.
Por último el habeas corpus de Xumek que tuvo una respuesta parcial del juez Sebastián Sarmiento, fue otra carta a favor de la imputada que puso sobre la mesa la abogada Soleti.
Por su parte, El jefe de los fiscales de Homicidios, Fernando Guzzo, argumentó, en cuanto a la situación de los hijos, que bien podían pedir una ayuda social al Estado. Esa fue una de las causas que invocó para rechazar el pedido de domiciliaria.
El caso
El crimen del médico Burela ocurrió alrededor de las 10.30 del 15 de abril del año pasado en una vivienda de la manzana D del barrio Kolton. Los efectivos que llegaron al domicilio en esa oportunidad encontraron al galeno muerto en un sillón, con la casa abierta.
Un disparo en el cuello provocado por una pistola calibre 22 fue lo que le quitó la vida a Burela, un galeno jubilado de la Penitenciaría provincial.