La voz del otro lado del teléfono se oye desesperada. Una persona de su entorno se ha perdido. Lleva horas sin verla y necesita ayuda de manera urgente. Luego llegará a una oficina fiscal a asentar la denuncia.
Entonces se activará el protocolo de búsqueda que demandará miles de pesos al Estado mendocino pero que, con viento a favor y gracias al esfuerzo de profesionales, hallará a la persona buscada, como ocurre la mayoría de las veces.
En promedio, se realizan mil búsquedas de este tipo al año en Mendoza. Los pedidos de paradero involucran al Poder Judicial que asienta las denuncias e instruye las actuaciones- y a distintas divisiones de la Policía.
El hecho se califica como "averiguación de paradero" y activa un protocolo mediante el cual se convoca a distintos organismos en función de las características del hecho, como explicó a Los Andes el jefe de Policías, Roberto Munives. Los uniformados duplican sus esfuerzos si el buscado es un menor de edad pero el comisario general aclara que son instruidos para que le den la misma importancia a cada uno de los casos.
El último martes 12 de febrero, la búsqueda en Luján de Cuyo del pequeño Bruno Battaglia tuvo en vilo a la provincia durante dos horas. Su nombre se convirtió en Trending Topic (el tema más mencionado en Twitter en ese momento).
La foto de su sonriente rostro inundó los muros de Facebook y los grupos de WhatsApp. La búsqueda del nene de 4 años, que finalmente apareció en su casa en La Puntilla, generó el despliegue de unos 60 uniformados de distintas divisiones. La búsqueda se activó en cuestión de minutos por aire -al menos seis efectivos los buscaban en uno de los helicópteros de la Fuerza- y por tierra -siete móviles y varias motos fueron destinados al operativo- .
También participaron miembros del Cuerpo de Canes policial. Todo ese despliegue costó alrededor de 450.000 pesos. Pero, como asegura Munives, "se amortiza el gasto por el valor vida".
El procedimiento orquestado en el rastreo de Bruno fue muy importante, pero el número de los actores que participan de cada operativo varía de acuerdo a las características de cada hecho. "Cada caso es único e inigualable", advierte Munives. Así, pueden intervenir efectivos del Cuerpo de Aviación Policial y hacer uso de uno de los tres helicópteros, contar con el olfato de los perros de la Fuerza, recurrir a miembros de Policía Montada si la búsqueda es a la intemperie y en zonas semirurales, o afectar a bomberos o la Patrulla de Rescate.
Los sabuesos que realizan el rastreo van completando lo que se denomina "carta de situación", donde se van plasman todas las actuaciones realizadas y las directivas de las autoridades judiciales, que van siendo notificadas en cada instancia. "Tenemos mil paraderos al año en la provincia, por chicos que no vuelven a la casa, personas que sufren enfermedades como Alzheimer, enfermos mentales que pierden su ubicación y personas que simplemente dejan de ser vistas", indicó el director de la Policía.
Contención al entorno
Durante las angustiantes horas de búsqueda, los familiares y allegados de la persona perdida son las que más sufren. Por eso es importante el acompañamiento de un equipo de especialistas. Psicólogos, psicopedagogos y otros especialistas son los miembros del equipo interdisciplinario del Centro de Asistencia a las Víctimas que se propone contener y asesorar a esas familias.
Costosos operativos
Es difícil calcular el gasto que demanda cada operativo. Para realizar el cálculo hay que tener en cuenta factores muy variables que van desde el número de los uniformados afectados hasta la cantidad de horas y los elementos que se utilizan en la búsqueda.
Así, por ejemplo, si un helicóptero es empleado en el rastrillaje, su hora de vuelo se calcula entre los 90.000 y 100.000 pesos. Si la nave se mantuvo durante horas en el aire, el costo del procedimiento también se elevará, valga la redundancia.
Se calcula que la búsqueda del niño en La Puntilla costó unos 450.000 pesos, teniendo en cuenta la envergadura del proceso y la cantidad de actores y equipos involucrados.
Búsquedas de jóvenes aumentan en primavera
Los sabuesos saben que en agosto y septiembre las averiguaciones de paradero se multiplican y superan notablemente en número a las de otras épocas del año.
Está comprobado que, con la llegada de la primavera, la mayoría de las víctimas son personas de entre 14 y 24 años que, en la gran mayoría de los caso, optan por abandonar sus hogares, al menos por algunas horas.
Una División reconocida a nivel mundial
Son unos 20 efectivos los que integran la División Búsqueda de Personas. Durante su entrenamiento y capacitación han recibido herramientas específicas para responder en las mil intervenciones anuales que encabezan.
La División ha sido reconocida mundialmente, como resalta el comisario general Roberto Munives.
Sus efectivos encabezaron dos rastreos que, aunque tuvieron un final aberrante, ganaron la atención de otros países: el caso de la chilena Concepción Arregui, cuyo cadáver fue hallado en el dique Potrerillos el 25 de marzo de 2018, y el de las hermanas israelíes Pyrhia Sarusi y Lily Pereg, cuyos restos fueron encontrados enterrados en la casa del hijo y sobrino de las víctimas, Gilad Pereg, el 26 de enero pasado.
Chile e Israel reconocieron el trabajo de los investigadores mendocinos. Las tareas demandaron varios días de seguir pistas y realizar rastrillajes en distintas áreas de la provincia