Está afilado. Está de buenas. Está puntero e invicto... ese Gimnasia.
El equipo de Darío Alaniz cosechó un punto importante de su visita a ña cancha de Desamparados porque no jugó bien, pero tiene jugadores distintos que pueden definir un partido y anoche fue el turno, una vez más, de Nico Arce que con dos destellos alegró a la mitad del Parque.
En los primeros 45 minutos Desamparados le hizo sentir el rigor a Gimnasia. Lo apretó en todos los sectores de la cancha y lo incomodó. Así el mediocampo del Lobo tuvo uno de sus peores momentos y la muestra fue que Carlos Lucero y Jonathan Acosta jugaron siempre cómodos y complicaron a Viola.
Por eso no extrañó que la apertura del marcador llegue de la mano del local en una pelota que Gálvez anticipó en el medio y sacó un remate que venció la resistencia de Viola.
Pasaron un puñado de minutos y el Lobo reaccionó con el gol de Nico Arce, pero no fue más que un espejismo porque a los dos minutos Londero se llevó la pelota de puro corajudo y habilitó a Bueno que definió cruzado.
En el segundo tiempo Desamparados no pudo mantener el ritmo del primero y le dio más espacios a los volantes de Gimnasia.
Desde el banco llegaron los movimientos de Alaniz y con eso Gimnasia ganó en la ofensiva y así llegó el empate del Chango Arce.
Esta igualdad fue un duro golpe para el local y un envión anímico para el Lobo que casi lo gana en el final con una palomita de Oscar Negri y una tapada de Lucero ante Agudiak.
Gimnasia y Esgrima se fue de San Juan con la frente en alto y manteniendo una buena diferencia con sus escoltas y a falta de siete partidos para finalizar la etapa, la gran misión del equipo de Alaniz es reencontrarse con el nivel futbolístico de las primeras fechas.