Por ahora, el diálogo

El encuentro de ayer fue un primer round, casi de estudio, en el que primó la prudencia.

Por ahora, el diálogo

No cabía esperar mucho más de lo que resultó de la primera reunión del gobierno del presidente Mauricio Macri, a dos meses de llegar a la Rosada, con el sector mayoritario y tradicionalmente peronista del sindicalismo. De un lado y de otro se coincidió en destacar: el diálogo.

Hacía muchísimo tiempo que la CGT, aun fraccionada en tres, como lo está hoy, no pisaba la Casa Rosada convocada por un presidente para una reunión a agenda abierta. En el caso de Luis Barrionuevo, y según su decir, “hacía 14 años”.

Ése es el hecho político primero con el que el “grupo de los 7” de ayer se sintió finalmente reconocido como único interlocutor; o al menos el primero, después de que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, admitió la posibilidad de un “segundo paso en el diálogo” con los excluidos de ayer: los jefes de las CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky y Auténtica, Pablo Micheli.

A partir de esa consideración de que se trató del primer encuentro, puede entenderse la frase con la que el metalúrgico Antonio Caló sintetizó el encuentro: “No tuvimos soluciones, pero nos vamos conformes”. También con la palabra “prudencia”, con la que pareció marcar también la postura de los tres sectores de la CGT respecto de un gobierno que recién transita la mitad de sus iniciales cien días de gracia.

El plazo, sin embargo, puede llegar a acortarse si la creciente inflación, que repuntó en noviembre con el anuncio anticipado de la devaluación, se atenuó algo en diciembre, pero que volvió a calentarse en enero, no logra encauzarse en el rumbo de entre 20 y 25% anual que pretende el Gobierno.

Es tal la preocupación, compartida en el discurso por el Gobierno, que el aumento de los precios sobrepasó en la agenda a los otros temas con los que los sindicalistas llegaron a la Rosada.

Paritarias era uno de ellos, sobre el cual hubo coincidencia en que cada sector negociará según sus particularidades. El ministro Triaca se tomó de la declaración que habría hecho uno de los dirigentes sindicales en la reunión: “Cada uno negociará sabiendo dónde le aprieta el zapato”. Si así fue, no dista mucho esa concepción de la del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, cuando dijo que en las paritarias los sindicatos sabrán sacrificar aumento por fuentes de trabajo.

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