La enfermedad, que es cada vez más común en los últimos años, se presenta por la intolerancia y mala digestión de una proteína que contienen el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Dicha proteína lleva por nombre gluten y es difícil de digerir, aun en las personas que no padecen la enfermedad celiaca.
El porqué el gluten es tan difícil para digerir y puede causar la enfermedad se debe a que en la alimentación del ser humano el comer trigo es, dentro de nuestra evolución, relativamente nuevo, alrededor de unos 7 mil años aproximadamente, por lo que las enzimas encargadas de digerir el gluten del trigo para que éste sea absorbido correctamente por el intestino no son lo suficientemente aptas para trabajar sobre esta proteína.
Otra reacción que ocasiona el gluten es la activación de nuestro sistema inmunitario (nuestras defensas), encargado de protegernos de, por ejemplo, las bacterias, disponiéndose a atacarlas cuando recibe el aviso de su presencia. En el caso de la gente con celiaquía el gluten, tal como las bacterias, puede ser que ocasione esta reacción e inflamación en el sistema inmunitario.
La celiaquía puede presentarse a cualquier edad y los síntomas que se presentan por padecerla son varios, dentro de los que podemos encontrar:
Diarrea
Dolor abdominal
Anemia
Pérdida de peso
Existen personas que teniendo la enfermedad no presentan síntomas, por lo que se deben tomar en cuenta familiares que la padezcan. Con esos antecedentes se hace un estudio de sangre para detectar la enfermedad, y a pesar de tener un resultado negativo puede la persona comenzar a tener alteraciones en el interior de su intestino que llegan a relacionarse con la enfermedad. Aproximadamente un tercio de los familiares adultos de personas con celiaquía pueden padecer la misma enfermedad.
Para confirmar un diagnóstico de la enfermedad puede ser necesario que se realice una biopsia intestinal, es decir que se corta un pedazo de intestino para saber si éste tiene atrofiada su función.
El no diagnosticar oportunamente la enfermedad puede llevar a la persona a padecer problemas graves en su digestión, e incluso hasta a tener tumores en intestino.
El único tratamiento definitivo es una dieta libre de gluten, es decir que quien la padece no tiene más solución que eliminar de su dieta los alimentos que la contienen.
Dentro de los alimentos que contienen gluten podemos encontrar:
Pan
Productos de repostería en general
Sopas de pasta
Higos secos
Cerveza
Algunos alimentos sin gluten son:
Productos lácteos
Carnes de res, pollo, pescado
Embutidos
Huevo
Frutas y verduras
Arroz
Aceites
Azúcar
Miel
Café
Vino
Especias
Fuente:
Omar Luja es médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Instituto Politécnico Nacional, México.
