Como dijo Lucas Matthysse cuando pasó ese escalón o primer rounds tan complejo para los boxeadores; balanza: “El primer rival ya quedó atrás”.
Es que tanto el chubutense como el ucraniano Viktor Postol, con sobrados 63,210 kg, pasaron con suficiencia el pesaje oficial realizado a pleno rayo del sol en el Stub Hub Center de la ciudad de Carson, Estados Unidos y quedaron habilitados para combatir hoy por la corona vacante superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea será transmitida por Combate Space y la TV Pública desde las 23. Como ha ocurrido en las últimas peleas de Matthysse que tiene un récord de 37 triunfos, 3 derrotas y 1 SD (sin decisión) y 34 nocauts), el pupilo de Mario Arano llegó muy bien al peso y con una importancia vital: hizo todas las comidas (salvo el desayuno ayer) con lo cual no sufrió un ápice y arribó con fortaleza.
Y esa fortaleza no solo es física, también anímica, ya que Lucas ha sido cabeza de un grupo de trabajo muy sólido y sin fisuras, que lo acompañó en dos meses de concentración en Junín, provincia de Buenos Aires y toda una semana en Carson.
No habrá excusas en caso de una derrota, aunque la confianza del equipo está en las nubes pero siempre respetando los pergaminos del rival.
Es que el invicto Postol (27-0, 11 nocauts) no en vano está como el número uno del CMB (lugar que se ganó en una eliminatoria en 2014 al turco Selcuk Aydin, con un nocaut en el 11º rounds) y respaldado por prestigiosas empresas promotoras como Top Rank, en Estados Unidos, y Elite Boxing, de Rusia.
Su altura, estilo, hambre de gloria y apoyo lo hacen un oponente de cuidado. Si Lucas llegase a ganarle será imposible llamarlo “paquete”. Todo lo contrario. Si bien no hay apuestas oficiales para esta pelea (en California no se apuesta por el boxeo), Matthysse es claro favorito para los fanáticos y la cátedra.
Sin lugar a dudas que un triunfo para Lucas Matthysse puede ser un el trampolín para grandes carteleras, ya que cuenta con todo el respaldo de Oscar de La Hoya.