En la Capilla del Hombre, en Ecuador, Guayasamín ideó una arquitectura humana: el primer nivel simboliza la cultura precolombina, el segundo representa nuestra herencia afro, el tercero ya habla de otra cultura, que toma forma desde las dos anteriores y que también las supera: el hombre nuevo.
"Me parecía que la obra de Guayasamín trascendía el 'indigenismo' e incluso lo latinoamericano, y que era una cosa más infinita: era un artista que miraba hacia el futuro desde sus raíces. Y me parecía que esa idea podía tener un eco sonoro", dice Polo Martí, que vio por primera vez la obra del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín en 1985, en Uruguay. Fue un flechazo al corazón. Y el corazón es su propia identidad: Latinoamérica.
La idea de componer inspirado en su obra quedó dando vueltas en su cabeza. Pasaron los años, pasaron las cartas, las propuestas escritas, y la ocasión llegó en Mendoza. Era el año 1993. Esa vez Guayasamín nos visitó.
El hombre nuevo
¿Cómo dio forma a ese mundo? En el "Canto a Guayasamín para banda de sikuris, erke y orquesta".
“En una suerte de relato musical, con el devenir histórico, político, social, cultural de Latinoamérica, simbolizada a través de ciertos elementos musicales”, nos dice Martí. Esta noche será el reestreno de esta pieza, en el marco de “Sinfonía indígena”, que es el quinto programa de “Teatro y Música” de la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo que dirige Rodolfo Saglimbeni.
Plasma en ella un discurso tenso y dialogante, entre nuestra raíz musical andina, que habla a través de los sikuris (unidos, orgánicos) y la música europea, con sus acordes tensos, que caen contundentes y peligrosos como un 1492.
En una sección, una trompeta clásica europea y un erke (nuestra trompeta andina) parecen intercambiar palabras. Lenguajes inconmensurables, que terminan de acercarse, toman vuelo y se funden en el poder de la orquesta, en una misma melodía.
Esa misma música, ese mismo lenguaje, quizás sea la utopía soñada por el artista: el hombre nuevo de Guayasamín habla. Él escuchó esta música en el estreno. La disfrutó. Se conmovió. Y se lo dijo a Martí después del concierto, sin ningún tipo de compromiso: que esa música parecía venir de las profundidades de la noche, insinuó. “Esa música tiene una profundidad nocturna...”.
La ficha
Orquesta Sinfónica de la UNCuyo. Ciclo Teatro y Música. Programa V: Sinfonía Indígena.
Director: Rodolfo Saglimbeni.
Programación
"Kanaima" (Yuri Hung), "Impresiones de la punta" (Alberto Ginastera), "Canto a Guayasamín para banda de sikuris, erke y orquesta" (Leopoldo "Polo" Martí), "Sinfonía India" (Carlos Chávez). Solistas: Sebastián Alcaraz (quena), Juan Alberto Avalos (erke) y la banda de sikuris Huevo de Cóndor.
Fecha y hora: Hoy, a las 21.30.
Lugar: Nave Universitaria (España y Maza).
Entradas: $140 (general) y $100 (estudiantes y jubilados).
