El gobernador Rodolfo Suárez decretó este lunes el Estado de Emergencia Ambiental y Habitacional, tras el fuerte viento Zonda y los incendios producidos como consecuencia de este fenómeno climático.
La medida se publicó en el Boletín Oficial este martes a través del decreto 2243, en el cual se autoriza en el artículo 2 al ministerio de Hacienda “a realizar las modificaciones presupuestarias necesarias para brindar la atención adecuada a las situaciones derivadas de la emergencia”.
En tanto, el artículo 3 autoriza a la Dirección General de Escuelas (DGE) y a la subsecretaría de Infraestructura Elemental “a realizar las contrataciones que resulten necesarias para la urgente puesta en condiciones de los edificios escolares afectados”.
Luego, el artículo 4, autoriza a la secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial “a realizar el relevamiento de los daños ambientales causados en los distintos sectores de la Provincia y a realizar las contrataciones que resulten necesarias para su remediación”.
Según explica el mandatario en la norma, “resulta prioritario para el Gobierno provincial dar respuesta a la situación de emergencia producida por el inusual fenómeno meteorológico y las consecuencias desatadas a partir del mismo, adecuando los instrumentos administrativos a fin de facilitar los mecanismos de respuesta”.
“Los incendios desatados en diversos sectores de la provincia, potenciados y multiplicados por la presencia de fuertes ráfagas de viento, dejaron graves consecuencias tanto en viviendas como afectación de la flora y fauna autóctonas”, fundamenta el decreto, y sostiene que “los daños materiales resultan muy graves para las personas afectadas, toda vez que en algunos casos implica la pérdida total de sus viviendas y/o de los espacios destinados al turismo y que constituyen el sostén indispensable para la manutención y supervivencia de las familias”.
Además, el se resaltó el daño ambiental provocado por el fuego en los distintos sectores, los que fueron considerados de “gran importancia y gravedad, por el deterioro y degradación de los terrenos, la pérdida de fauna autóctona y la caída y/o daño de numerosos forestales”.
Según se cita en el decreto, de los informes producidos por la Dirección General de Escuelas y la Subsecretaría de Infraestructura Elemental, se desprendió también que hubo numerosos daños en edificios escolares de distintas magnitudes”.