Este miércoles, Nicolás Kreplak asumió como nuevo ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en un acto que contó con la presencia del gobernador Axel Kicillof y en el que hubo barbijos y distanciamiento.
Pero puertas afuera, en el festejo militante, se vio una postal incoherente con el pregón del cuidado ante el covid: un pogo peronista que incumplió todos los protocolos contra el coronavirus.
Kreplak, hasta ahora viceministro, juró este miércoles a la mañana en reemplazo de Daniel Gollan, que competirá en las elecciones por un lugar como diputado nacional, como segundo de la lista consensuada por el oficialismo.
Salvo un abrazo sin barbijo entre Kicillof y el ascendido cuadro de La Cámpora, el acto mantuvo las formas que impone la pandemia -y quienes la gestionan, como el propio funcionario, férrea voz del control estricto-. Pero afuera, lejos de las cámaras, la cosa tomó otras formas: los festejos mostraron el desborde oficial, a los saltos y las imágenes, informales, generaron polémica.
En el estacionamiento del Ministerio de Salud bonaerense, personal estatal los esperaban a Kreplak y a Gollan. Cuando los vieron comenzaron a entonar la marcha peronista.
Pogo, aplausos, redoblantes y los dedos en v dominaron la escena, como quedó registrado en un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Allí se los ve al flamante ministro y al ahora precandidato a diputado nacional rodeados de militantes. Kreplak repartió abrazos efusivos con gente cercana. O al menos que se acercó. La escena distó de ser una burbuja sanitaria.
El Gobierno bonaerense justificó la conducta del actual ministro.
Indicaron que fue “una despedida breve, tal vez cargada de abrazos”, pero que se trata de personal de salud que ya está vacunado y utiliza barbijos, según recogieron en TN. Se vieron pocos.
También remarcaron que La Plata está en Fase 4, por lo que están permitidas las actividades sociales de hasta cien personas en espacios abiertos.
La asunción
“Me toca reemplazar a un amigo y referente. Una de las personas más nobles que conozco. Un doctorado en fortaleza y espíritu. Una persona imposible de doblegar. Un maestro sabio y generoso, que va a ser un enorme candidato y tendrá una función destacado en el Congreso en pos de una patria más justa. Gracias, Daniel Gollan”, dijo Kreplak, unos minutos antes.
En la toma del juramento por parte de Kicillof, el funcionario se mostró agradecido a su antecesor.
“A nosotros, los pibes y las pibas que pudimos acompañarlo este tiempo, sólo tenemos palabra de admiración. Siempre vamos a estar juntos”, expresó Kreplak.
Gollan había anunciado que continuaría al frente de la cartera sanitaria bonaerense al aceptar la candidatura. Pero debió modificar sus planes. Kicillof quiso adelantar el cambio y dar prolijidad a las formas, a pesar de que sus últimos actos de gestión se mezclan con la campaña.
Kreplak, de alto perfil y cierta rivalidad interna, creció con el cobijo camporista, la agrupación que responde a Máximo Kirchner. El ruido con Gollan fue anterior: el gobernador no supo de su candidatura hasta las últimas instancias de definición.
