En medio del juicio “Mansión Seré IV - RIBA II”, Juan Carlos Vázquez Sarmiento, exmiembro de la Fuerza Aérea Argentina y represor durante la última dictadura cívico-militar, protagonizó un acto insólito y controvertido. Mientras seguía la audiencia de forma virtual desde la cárcel de Ezeiza, se paró frente a la cámara, se bajó los pantalones y orinó en un bidón, provocando desconcierto entre los presentes.
El represor, quien estuvo prófugo durante 20 años, está acusado de crímenes de lesa humanidad, incluyendo secuestros y torturas de militantes montoneros como José Manuel Pérez Rojo, Patricia Roisinblit y Gabriel Pontnau. Según fuentes cercanas a la querella, este comportamiento sería parte de una estrategia para aparentar un estado de senilidad y así lograr el sobreseimiento por incapacidad.
Vázquez Sarmiento fue jefe de la Sección Contrainteligencia de la Regional de Inteligencia “Buenos Aires” (RIBA) de la Fuerza Aérea, responsable de operar centros clandestinos de detención en el conurbano bonaerense. Su nombre volvió a resonar recientemente cuando un grupo de diputados del partido La Libertad Avanza, liderado por Benedit Beltrán, visitó a represores condenados en Ezeiza, entre ellos Vázquez Sarmiento y Alfredo Astiz, lo que desató una fuerte polémica.
El accionar del represor en el juicio no solo generó indignación en las víctimas y familiares, sino que también desató un debate sobre la falta de respeto hacia los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad.