El 9 de junio se realizará la elección de autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo. Lo más visible en la pelea que se avecina es la proliferación de candidatos al rectorado. Se espera que de los 10 nombres que ya están en danza queden dos o tres en pie, principalmente, los vinculados con el peronismo y el radicalismo. La fecha clave para saber quiénes son ungidos candidatos por ambos espacios es el 2 de mayo, cuando vence el plazo de presentación de listas.
La actual conducción de la UNCuyo, encabezada por Daniel Pizzi, está sustentada por el Interclaustro, un espacio político que se parece mucho a Cambia Mendoza: fuerte impronta del radicalismo y con aliados, particularmente de Libres del Sur. Nadie duda que el gobernador Rodolfo Suárez tendrá opinión en el proceso; también opinará el ministro de Gobierno Víctor Ibáñez, quién es docente y fue parte de la gestión Pizzi hasta que fue nombrado en el gabinete provincial.
Otro que influirá en las decisiones es el senador nacional Alfredo Cornejo, quién tiene una larga trayectoria en política universitaria desde su militancia estudiantil en la Franja Morada. Otro radical con opinión en la rosca universitaria es el intendente de Godoy Cruz Tadeo García Zalazar, también ex militante de la Franja Morada.
Un jugador activo de la política universitaria es el presidente de la Cámara de Diputados provincial Andrés Lombardi, quien es miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas en representación de los graduados de esa Casa de Estudios. Él, de larga militancia en la Franja Morada, es uno de los jugadores radicales en la rosca académica.
De lado del peronismo, los nombres son menos conocidos. Uno de los que a veces interviene en la rosca universitaria es el ex senador Luis Böhm, quien tuvo militancia estudiantil en Agrupación Ciencias Económicas (ACE). El ahora jefe del Movimiento Evita de Mendoza explica que es común que tanto la UCR como el PJ opinen sobre las candidaturas.
El ex funcionario de Rodolfo Gabrielli, recuerda que en la elección 2014 las diferentes vertientes del PJ fueron separadas a la elección (hubo tres listas vinculadas al peronismo) y fueron derrotadas por el Interclaustro y pusieron a Pizzi como rector, aunque hubo balotaje frente a la lista K encabezada por Roberto Battiston. Böhm dijo que “hubo un esfuerzo del partido para ir con una lista de unidad, pero no se pudo y Pizzi pasó por el medio”.
Böhm señala no sólo que no es extraño que las principales fuerzas políticas de Mendoza opinen sobre las elecciones universitarias; incluso, dice que la intervención de Cornejo, Tadeo García Zalazar y Víctor Ibáñez no es extraña, ni nueva. “Desde hace 25 o 30 años que Cornejo participa e influye en la política universitaria”.
En 2018 hubo tres listas: la tercera, encabezada por el diseñador gráfico Andrés Asarchuk, que no mostraba vínculos con los espacios políticos, aunque desde el peronismo sostienen que su postulación fue “propiciada por el Interclaustro, para dividir votos opositores a Pizzi”.
Por el peso específico de los protagonistas, parece haber más involucramiento de figuras del radicalismo, que del peronismo o del kirchnerismo, pero los vínculos están. De hecho, uno de los que lanzó su candidatura a rector, Javier Ozollo, fue funcionario de la Secretaría de Cultura en la gestión de Celso Jaque. Hasta su jubilación, participaba activamente el ex vicegobernador Jorge López, quien fue candidato a rector en 2014.
“Los dos espacios están un proceso de rearmado, porque en cuatro años han pasado cosas. Ha habido conflictos, disidencias, nuevas alianzas. Cuando se empiezan a ver las precandidaturas que se ponen en el tapete demuestra que no hay una decisión tomada. La pregunta es quién va a tomar va la decisión, cómo se va a tomar la decisión”, dice el decano de la Facultad de Filosofía y Letras Adolfo Cueto, uno de los referentes del peronismo universitario (y precandidato al rectorado) con picardía respecto de la influencia de las principales figuras del radicalismo provincial, que aparecen más involucradas que las del peronismo.
Esa frase es un elemento de campaña también. Es que, si bien los candidatos tienen vinculación partidaria, la mayoría de los votantes en la elección universitaria tienen corazoncitos con menos lealtad a esas banderas. En general se autoperciben como “académicos”, por lo que tanto en el Interclaustro como en el peronismo buscan mantener abiertas sus puertas a esos “liderazgos naturales” de cada facultad que tienen más identificación con la vida universitaria y también con valores y modelos de país. “La grieta del país también está presente entre los docentes, aún cuando no tengan militancia en un partido” dice Lombardi.
Para afianzar esta idea el diputado Andrés Lombardi dice que el actual vicerrector Jorge Barón no está afiliado a ningún partido, lo mismo que la actual decana de Económicas Esther Sánchez y el ex decano de Derecho y actual secretario de Relaciones Institucionales de la Universidad Ismael Farrando, pero son parte del armado del Interclaustro.
“No hay una facultad radical o peronista, porque en todos los casos hay un proyecto institucional que suma gente todos los espacios”, dice Cueto. Pero si hay conducciones que suelen responder a uno u otro espacio.
Así por ejemplo, la decana de Ciencias Políticas y Sociales, Claudia García, que pertenece al Interclaustro y es una de las anotadas al rectorado, tiene de vicedecano a Roberto Roitman, un histórico peronista que fue candidato a diputado nacional en 2017 por la lista Encuentro por Mendoza, una lista disidente a la del PJ oficial que encabezaba Omar Félix.
La multiplicación de candidatos
Respecto de la multiplicación de candidatos que salen del Interclaustro (los ya mencionados Claudia García e Ismael Farrando, el docente y titular de la Agencia Mendocina de Innovación, Ciencia Tecnología Gabriel Fidel, la secretaria Económica de la UNCuyo Fernanda Bernabé y la decana de Ciencias Económicas Esther Sánchez), Andrés Lombardi sostiene que de todos esos nombres, u otros que podrían sumarse y aún no suenan, “tiene que salir una fórmula”.
Del otro lado hay menos nombres sonando, pero hay varios. Los ya mencionados Cueto y Ozollo el ex decano de Ciencias Políticas y actual consejero superior Juan Carlos Aguiló; algunos también incluyen en el listado a la también consejera superior Claudia Paparini y al decano de la Facultad de Artes Arturo Tascheret. Otra vez, también se habla de una síntesis final para la presentación de listas.
“La reestructuración del peronismo en la Universidad ha empezado un proceso, aparecen candidaturas, pero faltan definiciones que confirmen las precandidaturas o que aparezca algo nuevo, porque hay un proceso de construcción en el que hay que buscar alianzas”, dice Cueto.
“Todos los que se largan, esperan sumar porotos. Se trata de sumar en todas las facultades, de tal manera que la candidatura tenga fuerza. El que más tenga, será el elegido de cada espacio para competir”, dijo sin vueltas Luis Böhm.
El gran cambio
La política universitaria cambió cuando cambió el método de elección de las autoridades. Hasta 2014 la elección era indirecta. Los docentes titulares, adjuntos y JTP elegían sus representantes a los concejos directivos (de cada facultad) y al superior (de la UNCuyo), lo mismo hacían los graduados, los empleados y los estudiantes (todos son conocidos como claustros), cada uno tenía su pelea y luego, los concejos directivos funcionaban como colegio electoral y seleccionaban a los decanos, mientras que la Asamblea Universitaria (conformada por todos los concejos directivos y el superior) elegían a los rectores.
En 2014, con la llegada de la elección directa de autoridades, todo se dirime en la misma elección. Entonces aparecieron las listas, boletas papel con los nombres de los candidatos separados por categorías de cargos, tal como lo conocemos de las otras elecciones.