Una sorpresiva jugada en la Cámara de Diputados dejó expuesto, una vez más, el quiebre de Juntos por el Cambio. Fue durante la elección de autoridades en la sesión preparatoria, donde un acuerdo entre la UCR, la Coalición Cívica y el nuevo bloque Cambio Federal colocó al radical mendocino Julio Cobos como vicepresidente segundo del cuerpo.
Cobos es actualmente vicepresidente tercero y se esperaba que la UCR retuviera ese lugar, para el que también se mencionaba a Facundo Manes, quien venía de dar un paso al costado de la presidencia del bloque para dejarle ese lugar al cordobés Rodrigo De Loredo.
Sin embargo, a poco de iniciar la sesión preparatoria, la UCR, la Coalición Cívica y el nuevo bloque Cambio Federal, liderado por Miguel Pichetto, fueron más allá: unieron fuerzas y juntaron el número a espaldas del PRO para pedir la vicepresidencia segunda (en lugar de la tercera) y proponer para ese lugar a Cobos.
“Nuestro bloque, en acompañamiento con otros bloques, propone el nombre de una persona de dilatada experiencia parlamentaria, ejecutiva, que además es un fiel representante de la Argentina profunda y del interior, una provincia productiva y pujante. Es un honor proponer a Julio César Cleto Cobos como vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados”, anunció De Loredo.
La propuesta fue aprobada a mano alzada y, de esa manera, el PRO quedó relegado a la vicepresidencia tercera, que por el momento dejó vacante a la espera de consensuar un nombre y, sobre todo, de terminar de ordenar el bloque puertas adentro.
El bloque de Cristian Ritondo ya había quedado resentido con la partida de cuatro diputados al bloque Cambio Federal: el cordobés Oscar Agost Carreño, la misionera Florencia Klipawka, el entrerriano Francisco Morchio y el chubutense Jorge Ávila. Estos dos últimos, representantes de los gobernadores del PRO Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, respectivamente.
Con la movida de este jueves, en Cambio Federal se entusiasmaron con la posibilidad de formalizar un interbloque junto con la UCR y la Coalición Cívica, que podría reunir medio centenar de miembros. Y también se ilusionaban con acarrear al sector del PRO más resistente a acompañar las leyes de Javier Milei.
Sin embargo, ese nuevo arco opositor sufrió en la misma sesión un revés, cuando se abrió una discusión inesperada sobre el criterio para conformar las comisiones de la Cámara. La UCR, los “lilitos” y el bloque de Pichetto pretendían que los lugares se repartieran por “sectores”, es decir, agrupaciones de bloques como la que se creó en 2009 con el famoso “Grupo A”.
La idea no prosperó, porque Unión por la Patria, La Libertad Avanza y el PRO votaron en conjunto para que el criterio de distribución utilizado sea el de bloques, por sistema D’Hont, el mismo que se utiliza para el reparto de bancas.
“Lo del interbloque está muy verde. La solución era la alianza ad-hoc como fue el Grupo A, pero quedó sepultada con la votación”, analizaron en el radicalismo, donde parece haber menos optimismo que en el sector de Pichetto, Emilio Monzó y Nicolás Massot.
Seguí leyendo
