Un sector variopinto del oficialista Frente de Todos salió hoy a pedirle al Gobierno de Alberto Fernández que defaultee la deuda con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional (FMI), porque “primero están la salud y la vida, y después la deuda externa”.
En lo que denominaron “Proclama del 25 de mayo”, gobernadores, diputados, sindicalistas, ex jueces, referentes sociales y culturales, hicieron el pedido, señalando que “en épocas de crisis las sociedades se ponen a prueba”.
Los firmantes dicen que la Argentina se encuentra en una situación de “estado de necesidad” que le impide afrontar los compromisos de deuda contraídos, especialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos, como el Club de París.
Entre los firmantes aparecen Raúl Zaffaroni (ex juez); Fernanda Vallejos (diputada cristinista), Pablo Moyano (líder camionero), Héctor Daer (CGT), Hugo Yasky (CTA), Pablo Micheli (CTAA), Guillermo Moretti (vicepresidente UIA), Víctor Hugo Morales (periodista), María Teresa García (Ministra de Gobierno bonaerense), Gustavo Melella (gobernador de Tierra del Fuego) y Gildo Insfrán (gobernador de Formosa).
También están Felisa Miceli (ex ministra de Economía), Amado Boudou (ex vicepresidente), Horacio González (sociólogo), Rita Cortese (actriz), Liliana Herrero (cantante), Mario Secco (Intendente Ensenada), Sonia Alesso (CTERA), Roberto Baradel (SUTEBA), Atilio Borón (Sociólogo), Ricardo Forster (Filósofo), Rafael Bielsa (ex cancillero), Hugo “Cachorro” Godoy (Sec.Gral. ATE), Juan Ramos Padilla (Juez) y Eduardo Barcesat (Constitucionalista), entre otros.
El Gobierno, mientras tanto, sigue esperando que el organismo acreedor con sede en la capital francesa confirme esta semana si dará tiempo extra a la Argentina para refinanciar su deuda, mientras alcanza un acuerdo con el FMI.
Pero para este sector del oficialismo, en el que hay autodenominados albertistas, cristinistas y massistas, advierte que el pago a los organismos elevan el “riesgo de afectar intereses superiores que el Estado debe proteger, en un contexto de pandemia: la vulnerabilidad social, la salud, el trabajo, la educación y la vivienda del conjunto de la población”.
“Estimamos imprescindible que los recursos públicos y las divisas disponibles del país, se destinen prioritariamente al cuidado de la vida y la salud de nuestro pueblo y a paliar el impacto social de la crisis”, dice el documento.
Con esa idea, estas personalidades propusieron:
Impulsar la suspensión de los pagos por capital e intereses con el FMI y el Club de París, mientras se extienda la emergencia sanitaria.
Reprogramar los vencimientos con todos los organismos financieros internacionales con plazos acordes a las verdaderas posibilidades de pago del país.
Renegociar la disminución de intereses, cargos y comisiones previstos en los acuerdos vigentes.
Utilizar la cuota que le correspondería a la Argentina (estimada en aproximadamente 4.350 millones de dólares), de la emisión esperada de Derechos Especiales de Giro (DEG) para fortalecer las reservas internacionales del BCRA, aliviando las restricciones que limitan la atención de los graves problemas derivados de la pandemia Covid-19 y privilegiando la salud, educación, vivienda, trabajo, reducción de la pobreza e indigencia, entre otros y no al pago de la deuda por capital , intereses o gastos .
Apoyar la querella criminal iniciada por el Gobierno Nacional contra los funcionarios actuantes del anterior gobierno en la obtención del préstamo “stand by” con el FMI.
Investigar el destino de los fondos de dicho préstamo para identificar a los responsables de la fuga de capitales, puesta en evidencia por la investigación del Banco Central de la República Argentina.
Exigir al FMI que brinde todo el apoyo para continuar con las investigaciones, determinar y diferenciar deuda legítima de ilegítima y que, asimismo, colabore en encontrar los fondos fugados del país.
Destinar prioritariamente los recursos del país a impulsar el desarrollo integral de nuestro pueblo y de las fuerzas productivas de forma sostenida en el tiempo, para que se recomponga el tejido social, hoy profundamente deteriorado.