Un arrepentido confesó que le entregó dos vehículos de alta gama como soborno a la banda de Bento

Marcos Calderón llegó a un acuerdo de colaboración con la Fiscalía y declaró que el abogado Luciano Ortego y Diego Aliaga, sindicado como mano derecha del exjuez, le exigieron el pago de 80 mil dólares para el sobreseimiento en una causa.

El exjuez Walter Bento
Foto: Orlando Pelichotti
El exjuez Walter Bento Foto: Orlando Pelichotti

En el megajuicio que afronta el exjuez federal Walter Bento se dio paso este miércoles, a las declaraciones que dieron los imputados que colaboraron con la Fiscalía como arrepentidos. En primer lugar se reprodujo la palabra de Marcos Adrián Calderón, quién confesó haber pagado un soborno a la presunta banda que encabezaba el magistrado para lograr un sobreseimiento en una causa por facturación apócrifa en la que estaba involucrado.

El sujeto aseguró que el abogado Luciano Ortego y el despachante de aduanas, Diego Aliaga, lo extorsionaron con el pago de $80 mil dólares y finalmente él entregó dos vehículos de alta gama que no llegaron a cubrir el total que pretendían. A cambio el magistrado le dictó la falta de mérito en julio de 2018, pero no llegó a sobreseerlo presuntamente por no haber llegado a ese monto.

Calderón estaba acusado de formar parte de una asociación ilícita que en el periodo de 2015 a 2017 se dedicó a la “evasión agravada” mediante utilización total o parcial de “facturas o declaraciones tributarias falsas, extendidas por intermedio de contribuyentes ficticios o que no poseerían capacidad operativa ni financiera para realizar las actividades y magnitudes facturadas y se calculó el perjuicio económico en alrededor de $178.906.453,82 pesos”, según consta en el requerimiento de elevación a juicio. Particularmente estaba encargado de la “obtención de clientes, la entrega de los comprobantes y el cobro del canon correspondiente por la confección de la factura presuntamente apócrifa”.

En el acuerdo de colaboración alcanzado con la Fiscalía, Calderón declaró: “Yo pagué un soborno que me pedían para tener un beneficio en mi causa, que era el sobreseimiento. Eso fue a través de Luciano Ortego, que era mi abogado y Diego Aliaga que también era parte de la cadena que pedía plata para el señor juez Walter Bento”.

Marcos Calderón, el arrepentido. Foto: captura de Zoom
Marcos Calderón, el arrepentido. Foto: captura de Zoom

Calderón comentó que a Ortego lo conocía del “ambiente del póker” y en una reunión de juegos le dijo que tenía “un problema en el Juzgado”. Entonces el abogado lo citó a reunirse en un café y ahí le dijo que podría ayudarlo con su situación procesal. “Yo le pregunté cuál era la forma, ya había dado la indagatoria y tenía a mi abogado. El me dijo que había una forma de arreglarlo para obtener un sobreseimiento rápido”, narró.

“Trajo a la reunión a Diego Aliaga y entre los dos me piden una suma de 80 mil dólares. Me dicen que iba a tener el beneficio rápido y no iba a correr riesgo de tener un problema judicial. Yo en su momento accedí, mal pero bueno, les entregué dos vehículos que tenía a la venta. Un BMW 335, color negro, y posteriormente una camioneta Mercedes Benz X6. Esa se le entregué a Aliaga en su domicilio”, aseguró.

Calderón aclaró que los dos vehículos no cubrían el monto que pedían y “faltaban 25 mil dólares más aproximadamente”. En ese momento el por entonces juez Bento le dictó la falta de mérito y luego, el sobornador comenzó a pedirles a Ortego y Aliaga que el magistrado pase a otorgarle el sobreseimiento acordado. “Ahí empiezan los problemas, porque me faltaba completar el dinero y mientras iba pasando el tiempo me empezaron a pedir más”, manifestó.

El abogado Luciano Ortego, sindicado como organizador de la banda
Foto: Orlando Pelichotti
El abogado Luciano Ortego, sindicado como organizador de la banda Foto: Orlando Pelichotti

Según explica la Fiscalía en el requerimiento de elevación a juicio, Calderón tenía como abogados inicialmente a Juan Day y Juan Bobillo, quienes lo asistieron en su primera declaración indagatoria. Luego tuvo lugar uno de los “modus operandi” propios de la banda consistente en desplazar a uno de los abogados para hacer ingresar a uno de sus miembros, en este caso Luciano Ortego, quien “articuló la maniobra ilegal”.

Posteriormente se dio otro modo tradicional de intervención de la organización consistente en “atacar” la prueba de cargo que pesaba sobre Calderón (en este caso, las intervenciones telefónicas) a través de un pedido de ampliación de declaración indagatoria con el fin de darle visos de legitimidad procesal al arreglo ilícito ya pactado, sostuvo la fiscalía. En su declaración Calderón desconoció la titularidad de la línea, tras lo cual Bento dictó en su favor la falta de mérito y elevó a juicio la causa sin modificar esa decisión cumpliendo con su parte de desvincular a Calderón del trámite procesal.

Volviendo a la declaración que se reprodujo en la audiencia, el imputado sostuvo que “no podía terminar” su relación con Ortego y Aliaga, ya que corría el riesgo de “perder todo”. Entonces señaló que observó peleas entre ellos y el abogado le decía que “la culpa era de Aliaga, porque era él quien tenía contacto con el juez y determinaba las cosas. Y si yo no pagaba, no iba a tener nunca el sobreseimiento”.

“En una pelea que tuve con ellos, les dije que los iba a denunciar. Me sentía amenazado y las charlas terminaban, diciéndome: ´vos no estás en condiciones de decir nada, porque te metemos preso’”, aseveró.

Pero el hostigamiento fue más allá y aseguró que sufrió un asalto vinculado a esto. “Me sentía muy vulnerable. De hecho tuve un incidente, me mandan a asaltarme a mi casa y me piden el teléfono, lisa y llanamente. Querían mi teléfono porque yo le había dicho a Ortego que lo iba a denunciar. Ahí se calmó un poco el tema de pedirles de mi parte, porque me sentía amenazado y no quería poner en riesgo a mi familia y demás. Fue una intimidación importante”, explicó.

Luego, Calderón comentó que Ortego le dijo que Aliaga había sido quién lo mandó a asaltar. “Ortego me lo confiesa. Me dijo: ‘A vos no se te ocurra decir nada del Diego porque él fue el que te mandó a asaltar. Así como te mandó a asaltar, la próxima vez te meten un tiro. Ojo porque es bastante peligroso”. El asalto se perpetró en el barrio Unimev de Guaymallén a fines del 2018.

Una vez que se reprodujo la declaración, Luciano Ortego en su calidad de abogado autodefensor, pidió a la jueza Eliana Ratta Rivas que se cite a Calderón para realizarle un careo, porque sus declaraciones “son absolutamente falsas”.

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