Un año de Suárez: un gabinete con luces, sombras y expectativas

La pandemia obligó a algunos, como Nadal (Salud), a tener un alto perfil y mucha visibilidad. Otros, como Juri y Thomas, debieron recalcular planes. Ibáñez, el funcionario más apuntado.

En el primer semestre de la gestión, el Covid copó la agenda de Suárez y su gabinete. Áreas como Salud, ocuparon la primera línea.
En el primer semestre de la gestión, el Covid copó la agenda de Suárez y su gabinete. Áreas como Salud, ocuparon la primera línea.

Todo lo planificado se hizo añicos. Más de un funcionario arrancó las hojas de su agenda, las hizo un bollito y las tiró a la basura. En otra en blanco, empezó de nuevo cuando aún acomodaba las cosas en su oficina. La llegada del Covid-19 generó que toda ruta delineada tomara un desvío.

El gabinete del gobernador Rodolfo Suárez llegó hace un año para dejar su huella en los cuatro que tenían por delante. Sin embargo, hubo que recalcular sobre la marcha. Así fue que algunos sin perfil político quedaron en las primeras planas, y otros aportaron desde su experiencia.

Sin lugar a dudas, la ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Ana María Nadal fue quien tuvo mayor visibilidad mostrando rápidamente credenciales de gestión. De bajísimo perfil, los más cercanos destacan que supo administrar en base a lo que pedían desde la Casa Rosada y lo que pretendía Suárez, además de preparar a Mendoza para transitar la pandemia.

En los momentos más críticos, a Nadal se la vio siempre calma y hablando con números. Evitó siempre la polémica, aun cuando se criticaban cifras y decisiones.

En ese delicado equilibrio entre salud y economía, la figura de Enrique Vaquié adquiere protagonismo. El ministro de Economía, con vasta trayectoria en la política, pergeñó desde el sexto piso de la Casa de Gobierno un plan para reactivar la economía.

Mendoza Activa, el programa para generar empleo, el Banco de Vinos y el paquete de leyes para el sector tecnológico y emprendedor, fueron las iniciativas para incentivar las actividades golpeadas por la pandemia. Cada vez que ingresaba alguna de estas iniciativas a la Legislatura, a las pocas horas se explicaban al resto del cuerpo legislativo.

Un funcionario que venía del sector privado y también debió sacar chapa de gestor público con celeridad fue José Thomas. El Director General de Escuelas debió reorganizar el sistema educativo y adaptarlo a la virtualidad, en medio de feroces cruces con el SUTE. La oposición también lo criticó fuertemente por el proyecto de la Ley de Educación, cuyo debate se postergó para el año próximo.

Lisandro Nieri, el ministro de Hacienda y Finanzas, fue otro de los ministros clave en este año. En el oficialismo destacan que “administra la escasez como pocos” y que, en un momento de economía de guerra como el actual, es de las personas más inteligentes con las que cuenta el Gobernador.

Los menos mediáticos

Víctor Ibáñez, ministro de Gobierno, ocupa un área que es transversal a todo el Ejecutivo. Cuestionado por la oposición por su perfil más académico que político, en el oficialismo sostienen que su interpretación de los decretos nacionales y el armado deprotocolos fue clave en la gestión de la pandemia. Y que, en silencio, maneja la tensión con los gremios. Además, su perfil encaja con la forma de hacer política de Suárez, fuera de la rosca tradicional.

Junto a Ibáñez, Mariana Juri es una de las personas que forman parte del círculo íntimo del Gobernador. A cargo de Cultura y Turismo, la ex funcionaria de Suárez en la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza se puso al hombro las articulaciones con las distintas actividades que se vieron resentidas por la pandemia.

Sin mediatizar sus logros, mantuvo el perfil bajo aun cuando se contagió de Covid-19 y estuvo ausente del trabajo algunas semanas. Sin embargo, hasta en los momentos más complicados, trató de mantener la apertura del turismo. Hoy, es clave en la reactivación del sector que espera tener un verano concurrido para recuperar algo del tiempo perdido.

Pero si se habla de trabajo silencioso sin exposición mediática, el nombre de Raúl Levrino es el mejor ejemplo. El ministro de Seguridad apareció sólo en algunas conferencias de prensa, aunque su cartera fue, junto a la de Salud, la que estuvo en la primera línea haciendo frente al coronavirus.

Si bien es cierto que bajaron los delitos porque “hasta los delincuentes se escondieron” -como bromeó un radical-, coordinó los operativos policiales que fueron una constante desde marzo a la fecha. Los efectivos trabajaron en todas las fases, desde las más restrictivas cuando hasta las 19 se podía estar en la calle, así como en el control de certificados de circulación y reuniones clandestinas, entre otras cosas.

El Suárez que rescata el PJ

El peronismo ha sido muy crítico con la gestión de Suárez, y uno de ellos es Lucas Ilardo. El jefe del bloque del Frente de Todos-PJ en el Senado rescató, como ya lo ha hecho antes, a Santiago Suárez, sobrino del Gobernador y quien coordina el gabinete. “En el gabinete del gobierno hay buena gente pero muy cómoda, a la que no le duelen los problemas de la gente, y no les duele hacer desastres que exponen al gobernador. Ejemplos de ello son la frustrada ‘deforma’ educativa o las fallas en materia de ambiente, o reforma institucional”, cuestionó el senador en diálogo con Los Andes.

Consideró que “hay gente más comprometida, como por ejemplo Santiago Suárez que, a la hora que lo llamás, está laburando y se preocupa”.

“Hay otros a los que les incomoda que les suene el teléfono. Son los que en el fútbol se esconden para no recibir la pelota; o a la hora de poner la cara en la conferencia de prensa por la derrota del equipo, se hacen los enfermos. Un gabinete revolero. Si sale, sale, si no, que se haga cargo otro. Estos son los resultados”, disparó Ilardo.

Expectativas desde afuera

Con una mirada externa a los pasillos de la Casa de Gobierno, Martha Reale trabaja justamente en la percepción externa de las gestiones. A cargo de la consultora Reale Dalla Torre, es una persona que ha medido en muchas ocasiones los desempeños de las gestiones radicales.

“Hay que decir que la pandemia monopolizó la mayor parte de las acciones en torno al área de salud, que salió muy bien parada. Es un gabinete muy calificado, con quizás algunos perfiles más bajos y menos políticos. Considero que son solventes en términos de conocimiento y habrá que esperar para transitar el año que viene y poder tener una visión más concreta”, indicó a Los Andes.

Para Reale, Nadal es sin dudas “la revelación del gabinete” porque “demostró capacidad de liderar un área extremadamente sensible y, como comunicadora, que era muy importante, supo transmitir y fue templada todos estos meses”.

Haciendo un repaso por algunos otros funcionarios, también destacó a Nieri como una persona que combina conocimientos técnicos con políticos. “Víctor Ibáñez se va asentando. Al principio le costó porque venía del ámbito académico y tuvo que enfrentar este contexto inédito. Le costó hacer pie, pero hoy está bastante bien perfilado. Su cargo lo predispone a ser el ministro más político del gabinete”, agregó.

En lo que respecta a las áreas que tienen potencial, para la directora de Reale Dalla Torre una es el área de Planificación e Infraestructura Pública. “(Mario) Isgró hizo un gran trabajo con la renovación de la Ciudad que fue revolucionaria. Con las herramientas va a poder tener posibilidades de demostrar más de lo que ha hecho hasta ahora”.

Y para el final, consideró que “Educación puede perfilarse si alcanza el consenso de la reforma educativa, porque creo que es necesaria. Thomas es joven, viene de lo privado y le tocó lidiar con un escenario adverso. Esas dos áreas pueden ser las sorpresas del año que viene”.

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