El Gobierno provincial volvió a elevar el tono de queja por la baja cantidad de fondos que recibe de la Nación. De acuerdo con un trabajo comparativo que elaboró en base a datos del Ministerio de Economía y que toma como criterio la distribución per cápita, sostuvo que las transferencias discrecionales que llegaron entre 2020 y 2021 ubican a Mendoza en el último puesto respecto del resto de las provincias.
Hay una distribución de los dineros nacionales que se realiza por ley y que se llama coparticipación federal. A través de este mecanismo, que está sujeto a polémicas desde hace décadas pero solo puede ser modificado en el Congreso, la Provincia recibe algo más del 4 por ciento del total de recaudación de impuestos de la Nación.
En materia de coparticipación, Mendoza es la antepenúltima del cuadro general, y solo se encuentran peor ubicadas en el reparto CABA y la provincia de Buenos Aires. Pero no es el asunto criticado en esta oportunidad. En paralelo a la coparticipación, los gobiernos nacionales tienen la facultad de realizar “transferencias no automáticas”. En este caso, cada administración decide, sin las restricciones de la ley, cuánto dinero enviarle a cada provincia para su sostenimiento.
La necesidad de recibir ayuda de la Nación aumentó drásticamente durante la pandemia, al punto que el Gobierno nacional generó el año pasado un programa de emergencia por 60.000 millones de pesos que hacía llegar plata a los distritos por medio de Aportes no reintegrables (ATN) y préstamos blandos. La Provincia siempre se quejó de que, en marco de este programa, la Casa Rosada le daba menos de lo que correspondía.
La diferencia reclamada llegó a ser de miles de millones de pesos. En 2020, durante los meses más duros de la cuarentena, el gobernador Rodolfo Suárez se quedó con la cara larga en la propia Casa Rosada: fue a firmar un convenio que se suponía que sería por más de 3.000 millones de pesos, pero le entregaron solo 1.900 millones.
Los roces siguieron y el balance general del año pasado cerró, según el Ministerio de Hacienda provincial, con un fuerte déficit para Mendoza. “Si nos hubiera ido como le fue al promedio de las provincias, hubiéramos cobrado en 2020 $9.500 millones de pesos más de la Nación. Pero no tuvimos suerte”, lamentó en este sentido el titular de la cartera, Lisandro Nieri, ante la consulta de Los Andes.
Pero el conflicto por los fondos discrecionales de la Nación tiene una mirada rotundamente diferente por el lado del justicialismo. Consultado por este diario, Nicolás Aroma, referente en economía del partido opositor, aseguró que a Mendoza llegó el año pasado el triple de dinero que en 2019, cuando el país era gobernado por Mauricio Macri. Y atribuye los problemas financieros locales a su modelo económico (ver aparte).
Lo cierto es que Nieri unificó todas las partidas no automáticas que recibió Mendoza el año pasado (incluidos los aportes para el transporte, fondos de políticas alimentarias, subsidios de tasa, seguridad social y viviendas) y las dividió por los cerca de 2 millones de habitantes que tiene. Resultado: Alberto Fernández destinó un total de 3.881 pesos por persona.
¿Eso es mucho o poco? Muy poco, según su escala comparativa y la población de cada provincia. Por ejemplo, La Rioja recibió el año pasado 32.060 pesos per cápita, es decir, cerca de 10 veces más que Mendoza. Y Tierra del Fuego, 17.923 pesos por persona, casi cinco veces lo que le tocó a la provincia.
El Gobierno provincial considera que hubo favoritismo en el reparto de dinero y que las provincias gobernadas por el signo político del oficialismo nacional recibieron mucho más dinero. En ese sentido, marca a la provincia de Buenos Aires, que si bien no es uno de los distritos más encumbrados, obtuvo en 2020 más del doble que Mendoza: 10.051 pesos por habitante.
Mirando el promedio nacional (8671 pesos por habitante), Hacienda considera que la Nación tendría que haber enviado a cada mendocino 4790 pesos más de los que destinó. Y convirtió esos aportes no cobrados en obras: indicó que se podrían haber construido en Mendoza unas 2660 casas y 146 escuelas.
En resumen, Mendoza quedó última en el ranking, detrás de San Luis, CABA, Chubut y Córdoba, las que están más cerca de ella en la escala. Y ese lugar siguió ocupando, por lo menos hasta mayo de este año.
Hasta el quinto mes de 2021, cada mendocino había recibido 1.359 pesos de Alberto Fernández, mientras que La Rioja, la provincia más favorecida este año, había obtenido de la Casa Rosada más de 13.000 pesos por persona.
“No hay discriminación”
Según Nicolás Aroma, del equipo económico del Frente de Todos, en el reparto de fondos no automáticos “no hay discriminación” y la ayuda de la Casa Rosada “estuvo sujeta a los criterios de la coparticipación federal, que para Mendoza no es un problema nuevo”.
El contador del PJ señaló, en base a registros del propio Ministerio de Hacienda provincial, que Mendoza recibió el año pasado en fondos discrecionales un total de 6160 millones de pesos, contra apenas 2188 millones que entraron en 2019. en la era Macri.
Aroma descalificó la comparación entre provincias y sostuvo que es más conveniente para el análisis observar la situación local. “Casi 60 por ciento de los fondos son aportes nacionales y solo el 40 por ciento provinciales. Ha habido una modificación de la matriz de financiamiento inclinada a lo nacional”, afirmó, y apuntó contra el modelo económico de Cambia Mendoza.
“Es muy flojo el nivel de recaudación provincial, al contrario de los recursos nacionales ligados a la actividad económica, que llevan 11 meses consecutivos de crecimiento por encima de inflación”, expresó. Y agregó: “Esto se debe al modelo económico provincial de ajuste, austeridad y endeudamiento”.
Agregó que el programa de fomento a la inversión “Mendoza Activa” apareció recién en noviembre del año pasado, cuando hacía falta poner “la plata sobre la mesa” antes, para enfrentar la crisis, como hizo el Gobierno nacional.
Indicó también que el endeudamiento en dólares del gobierno de Alfredo Cornejo agravó el panorama y provocó que se gastaran unos 30.000 millones de pesos solo en intereses, en lugar de construirse con ellos casas y escuelas.
A tal punto desmintió que hubiera discriminación con Mendoza que destacó que el programa ATP, que subsidiaba salarios privados durante la etapa más difícil de la cuarentena, ubicó a la provincia en el quinto lugar nacional, en cuanto a los montos destinados.