Los pilotos nucleados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) decidieron hoy suspender las medidas de fuerza que venían llevando adelante por reclamos salariales. La medida de los pilotos, instrumentada como continuidad del paro del último 30 de octubre, derivó en el vencimiento de las habilitaciones para prestar sus funciones y, como consecuencia, en la cancelación de muchos vuelos de larga distancia.
La decisión se da en medio de la amenaza del Gobierno de cerrar Aerolíneas Argentinas si para el viernes no elaboran un plan de normalización de servicios sin acudir a medidas de fuerza que perjudiquen los vuelos.
“Con relación al reclamo de recomposición salarial que mantenemos con Aerolíneas Argentinas, hemos decidido demostrar, una vez más, nuestra disposición al diálogo, tal como lo hemos venido manifestando desde el inicio de este conflicto”, señalaron los pilotos a través de la red social X. Y ratificaron que suspenden “temporalmente las medidas de acción gremial que estamos llevando adelante en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos (CEFEPRA), que impactan en la actividad de simuladores de vuelo y cursos teóricos”.
Además, los pilotos sostuvieron que “esta decisión se enmarca en la voluntad y el esfuerzo de los/las pilotos de APLA por encontrar un camino de negociación que permita recomponer nuestros salarios. La suspensión tiene como objetivo reiniciar las negociaciones salariales con un enfoque en la buena fe. Si esto no se cumple, retomaremos las acciones programadas”.
Fuentes de Aerolíneas Argentinas informaron a la Agencia Noticias Argentinas que los pilotos concurrieron este miércoles a la sede de la empresa para pedir que se retomen las negociaciones salariales y recibieron como respuesta que, hasta tanto no levantaran las medidas de fuerza, no se volvería a negociar. La respuesta de APLA fue inmediata y en la práctica esto significa que los pilotos volverán a entrenar y realizar los cursos de habilitación de sus licencias, con lo cual se normalizarían los vuelos de larga distancia, particularmente los que tienen como destino Roma, Madrid, Miami y Cancún.
Ultimátum del Gobierno a los gremios aeronáuticos
También trascendió desde fuentes allegadas al Gobierno que se le dio un ultimátum a los distintos gremios de Aerolíneas Argentinas, en cuanto a que, si no terminaban con las medidas de fuerza, se cerraría directamente la compañía. “Se les dio como fecha límite hasta el viernes, para que presenten una propuesta para terminar con los conflictos y operar con normalidad”, sostuvo la fuente.
Y advirtió si el plan que presentan los gremios “no es del agrado” del presidente Javier Milei, se convocará al Plan Preventivo de Crisis que derivará en el cierre de la empresa. La comunicación a los sindicatos se dio en el marco de otro día de caos en Aeroparque y Ezeiza, con motivo del paro sorpresivo de Intercargo por el despido de un trabajador de la empresa.
Esta situación dejó a pasajeros retenidos dentro de los aviones de otras compañías privadas, y provocó cancelaciones y demoras, sobre todo en las compañías Flybondi y Jetsmart. A raíz de ello y a partir de la instrucción del secretario de Transporte del Ministerio de Economía, Franco Mogetta, Intercargo denunció penalmente a la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) por privación ilegítima de la libertad de los pasajeros de 10 vuelos de las empresas Flybondi, JetSMART y LATAM.
En ese momento, las personas no pudieron descender de los aviones por casi tres horas a causa de la sorpresiva asamblea anunciada por el gremio, que paralizó la operación de rampa y traslado. La empresa denunció ante la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que sindicato, a través de una medida unilateral e inconsulta, puso en riesgo la salud de cientos de pasajeros, entre los que se encontraban embarazadas y niños, obligándolos a permanecer varados dentro de las aeronaves por un largo período de tiempo.
Asimismo, junto con la colaboración de la PSA, Intercargo logró asistir a los pasajeros que se encontraban “ilegítimamente” retenidos dentro de los aviones, para lograr que llegaran al aeropuerto transportados por la fuerza policial. Por la gravedad de la medida que configura un paro encubierto, Intercargo descontará las horas no trabajadas y la presencialidad a los empleados que participaron de la medida de fuerza.
Las asambleas que causaron cancelaciones y demoras en los vuelos, en la entrega de equipaje y el descenso de pasajeros, fueron realizadas de manera sorpresiva ante el despido de un empleado por abandono de puesto de trabajo. El incidente había ocurrido el sábado en Aeroparque, cuando un grupo de maleteros produjeron demoras injustificadas, lo que generó malestar en los pasajero.
Intercargo desvinculó rápidamente al responsable por no cumplir correctamente con sus tareas, pero los gremios tomaron la decisión, sin anuncio previo, de realizar asambleas informativas para pedir la reincorporación del trabajador, lo que volvió a perjudicar a los pasajeros. Flybondi informó que debido a la sorpresiva asamblea gremial de los trabajadores de la empresa Intercargo en Aeroparque, la compañía tuvo que cancelar 8 vuelos, lo que afectó a más de 1340 pasajeros y tuvo que demorar 4 vuelos que afectaron a 649 pasajeros.
Durante más de dos horas, más de 400 personas, entre pasajeros y tripulaciones, “fueron rehenes de esta medida de fuerza ya que no podían descender de los aviones que se encontraban ya aterrizados en plataforma. Es inadmisible que un sindicado pueda ejercer la privación de la libertad de las personas, obligándolas a permanecer a bordo de las aeronaves por la fuerza”, según indicó la empresa.
Por esta situación ocurrida y para evitar el riesgo para sus clientes, la compañía decidió trasladar parte de sus vuelos del día desde y hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza para poder continuar su operación, ya que allí tiene su propio servicio de handling. Por su parte JetSMART informó que debido a las medidas gremiales ajenas a la empresa iniciadas por los empleados de Intercargo, debieron cancelarse 18 vuelos (14 domésticos y cuatro internacionales), y reprogramar otros 16, con un total cercano a los 6.000 pasajeros afectados hasta el momento.