El ciclo lectivo en Mendoza arrancará este año con tranquilidad para el gobernador Rodolfo Suárez. Las clases comenzarán mañana, tras la decisión de adelantar una semana el calendario escolar anunciada a fines del año pasado, con un cierto guiño del sindicato docente, ahora manejado por el kirchnerismo, que decidió ayer en un plenario no ir al paro mientras negocia un aumento salarial.
El gremio, entonces alineado con la izquierda, sí había convocado a una huelga el año pasado, en un contexto bastante particular: los chicos iban a la escuela divididos en burbujas debido a la escalada del coronovirus. Pero la adhesión fue baja como en todos los anteriores por el ítem aula.
La nueva conducción del SUTE pareció tomar nota de aquellos fracasos y prefirió esperar en su debut a que las paritarias avancen, a la espera de una mejora de la oferta salarial.
El Gobierno provincial viene defendiendo la política educativa aplicada en pandemia. El año pasado avanzó con la presencialidad pese a los reparos de Nación y para este 2022 se insiste en que “es clave para contribuir a la salud emocional y al crecimiento de las niñas, niños y adolescentes”, tal como dijo Suárez a principios de mes en el inicio de las actividades en las escuelas.
Iniciar mañana permitirá a priori cumplir con los 190 días de clases, la principal meta educativa que se fijaron para este año Suárez y el director general de Escuelas, José Thomas. El protocolo para el inicio de clases tiene puntos en común con lo que venía implementando el Gobierno desde el año pasado, con la vacunación como principal estandarte, un motivo más para defender las medidas que se vienen ejecutando.
Aula Segura no establece burbujas, pero sí uso obligatorio de tapa bocas para alumnos y docentes a partir del nivel primario: debe tapar nariz, boca y mentón, bien ajustado a la cara y durante toda la jornada educativa en espacios cerrados. Por otra parte, la escuela deberá recabar la información sobre la vacunación contra COVID-19 de toda la comunidad educativa, así como la del calendario nacional. Thomas, aseguró que el sistema de Gestión Educativa Mendoza (GEM) permite tener datos “alumno por alumno” sobre el calendario de vacunación.
El Sute hace un guiño
Los plenarios departamentales venían dando señales sobre la percepción de los docentes en una nueva discusión salarial. La oferta del 40% y el bono de $115.600 no conformaron a la mayoría pero tampoco crispó del todo los ánimos para ir al paro. Sólo tres departamentos enviaron ese mandato al Plenario provincial que se realizó ayer en las instalaciones del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (Sute).
El Gobierno provincial ofertó un 40% de incremento sobre la asignación de clase / básico y adicional 2019 a pagar en 6 tramos: 16% en marzo, 5% en julio, 5% en agosto, 5% en setiembre, 5% octubre y 4% noviembre. Además, se agrega una suma anual, fija, no remunerativa no bonificable de $115.600 pagadera en 12 cuotas mensuales y consecutivas. En enero, febrero y marzo el bono sería de $7.200, abril y mayo $9.000, junio, julio y agosto $10.000, setiembre y octubre $11.000, noviembre y diciembre $12.000.
Este bono será pagado a cada agente en la misma proporción que el ítem presentismo. Es decir, que las ausencias al lugar de trabajo provocarán un recorte del monto fijo. Para los docentes es “otro ítem aula”, por lo que el rechazo es aún mayor.
“El paro se viene construyendo, no se impone”, dijo Carina Sedano, secretaria general del Sute luego de la votación. La actual conducción no esconde su cercanía al kirchnerismo, tal como se vio en las fotos el día del triunfo con Gustavo Correa y Anabel Fernández Sagasti. Si bien el dirigente de la Central de Trabajadores Autoconvocados (CTA) venía diciendo que habría conflicto sino había acuerdo, las cosas no se tensarán del todo en estos días.
La oferta se conoció el jueves, es muy reciente. Y lo cierto que si 15 de los 18 departamentos (excepto Junín, Santa Rosa y San Carlos) enviaron un mandato rechazando el paro, en la conducción actual tomaron nota. Además, porque son necesarios los dos tercios de los votos presentes para esta medida. “Después el Gobierno dice que tuvo poco acatamiento y te terminan aumentando por decreto”, dijeron por los pasillos del Sute mirando con distancia a la conducción anterior que fue encabezada por Sebastián Henríquez.
El lunes 21 empieza el plan de lucha junto con el inicio de clases. Se desplegará cartelería en las escuelas y habrá presencia en actos vendimiales. Junto a otros gremios estatales organizan una movilización para el lunes a las 19 que partirá desde Patricias Mendocinas y Godoy Cruz, en Ciudad. La idea es “construir” el paro en estos días y poner fecha en caso de que no haya una mejora en la propuesta, para lo cual habrá una reunión entre ambas partes el 7 de marzo. El gesto que se espera apunta al blanqueo de algunos de los puntos o un cronograma que vaya en esa línea.
Desde la implementación del ítem aula, el paro docente es un dolor de cabeza para las conducciones gremiales. La quita en el salario pesa a la hora de pagar las cuentas y por ese motivo muchos docentes y celadores no adhieren. Así lo hicieron saber oradores y oradoras que expusieron durante el plenario que se convocó a las 10, pero que arrancó pasadas las 11.
“Empaticemos con los compañeros y compañeras, que dicen que no pueden parar porque les cuesta $5.700 que necesita para pagar el alquiler”, dijo el secretario gremial, Gustavo Correa cerrando la lista de oradores.
No ahorró críticas a sus antecesores a quienes culpó por los “4 años y medio que perdimos representatividad. Tenemos que recuperar la credibilidad del sindicato”.
Hay un centenar de escuelas que necesitan arreglos
En el contexto del inicio de clases, no hay que excluir la situación de los 1.350 edificios escolares en toda la provincia. Desde el Gobierno sostuvieron que los establecimientos están operativos pero no están “óptimos” y para las que necesitan reparaciones más importantes se han dispuesto 36 contratos. El destino serán unas 100 escuelas que requieren intervenciones mayores y cuyas obras se iniciarían entre marzo y abril con una inversión que ronda los $1.100 millones.