El portazo abrupto del diputado nacional por Santa Fe Roberto Mirabella al bloque de Unión por la Patria prendió las alertas y provocó movimientos sísmicos en el peronismo, que teme un escenario de disgregación justo en las vísperas del comienzo de un año electoral.
Es evidente que el bloque que preside Germán Martínez transita momentos de desasosiego y crispación interna, y la mejor muestra de ello es que por primera vez no se organizó una cena de fin de año.
Por eso, el miedo es que por la puerta que abrió Mirabella se vayan en estampida muchos otros, disconformes con el hecho de que la conducción del bloque se alinee al esquema que armó Cristina Kirchner como nueva presidenta del PJ.
Pese a que los enojos de muchos peronistas del Interior son auténticos en relación a la crítica de que la estrategia parlamentaria que lidera Martínez en Diputados responde a los intereses del peronismo ambacéntrico, la salida de integrantes del bloque no sería “masiva” sino a cuentagotas.
Por el rabillo de la puerta que entreabrió Mirabella, flamante diputado del monobloque “Defendamos Santa Fe”, ojean su destino diputados “sin tierra” del Interior como el jujeño Guillermo Snopek, la mendocina Liliana Paponet y la chubutense Eugenia Alianello. No mucho más. Hasta ahí llegaría la pérdida, en el peor de los casos.
“Los agoreros que vienen a decir que se van veinte diputados mienten. Son operaciones. Hay tensiones como en cualquier bloque y es cierto que tenemos diputados que tal vez no estén del todo satisfechos. Pero de ahí a decir que habrán fugas masivas me parece totalmente descabellado y falso”, señalaron fuentes parlamentarias del kirchnerismo en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.
En esas crónicas periodísticas se mencionaba también a los diputados que llegaron a sus bancas como prenda de negociación de Alberto Fernández con Cristina Kirchner para bajar a Daniel Scioli de las PASO presidenciales: Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz.
Según pudo constatar la Agencia Noticias Argentinas con allegados a ambos, ninguno de los dos está pensando en armar las valijas del bloque.
Tanto Cafiero como Tolosa Paz están embarcados en dar las discusiones internamente. La ex ministra de Desarrollo Social fue la que creó el grupo de whatsapp “Federales” para que diputados del Interior sin techo ni comisarios políticos pudieran ser escuchados y tuvieran un canal de expresión interna.
Más allá de este dato, las diferencias políticas que exhiben Tolosa Paz y de Cafiero se enmarcan en la interna del peronismo bonaerense entre los Kirchner y Axel Kicillof, tomando partido decididamente por éste último.
Las ondas expansivas de esta interna encarnizada no fueron inocuas al bloque y naturalmente tensaron la convivencia.
Tolosa Paz y Cafiero son junto a Daniel Gollan y Hugo Yasky los principales escuderos de Kicillof en la Cámara de Diputados.
“Hay mucho enojo. Públicamente gobernador plantea que el enemigo es (el presidente Javier) Milei y hay que defender las políticas públicas de la provincia que fue desfinanciada. Pero en lugar de trabajar para darle las herramientas que necesita lo cascotean”, se quejaron las fuentes consultadas por Noticias Argentinas vinculadas a este grupo de legisladores “kicillofistas”.
Las razones de la fuga de Mirabella
La fuga de Mirabella tiene un origen distinto a esa discusión de fondo sobre el liderazgo del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Su decisión explica en gran medida por la interna que sostiene el perottismo con el rossismo (La Corriente Nacional de la Militancia) en Santa Fe.
Mirabella responde al ex gobernador Omar Perotti, quien instruyó a sus legisladores a apoyar la reforma constitucional impulsada por el gobernador radical Maximiliano Pullaro. Fue la contracara de la postura que tuvo el kirchnerismo en esa provincia.
El santafesino además había sido uno de los que con su ausencia contribuyó a que se cayera el quórum de la sesión convocada por Unión por la Patria para rechazar el DNU 846 de canje de deuda.
El diputado perottista estaba en el Congreso ese día, pero optó por quedarse en su despacho y no bajar al recinto en el marco de una negociación con el oficialismo por el Presupuesto 2025.
Martínez le reprochó esa actitud y hubo una acalorada discusión en la que el jefe del bloque confirmó sus sospechas: la salida de Mirabella era inminente.
El hecho de que Cristina Kirchner armara la lista del PJ nacional con Martínez y con Agustín Rossi, quienes encarnan la línea interna rival a la de Omar Perotti en el peronismo santafesino, en cierta forma arrinconó a Mirabella y lo puso cara a cara con una decisión inevitable.
La ruptura era prácticamente un hecho y en su alegato a través de la red social X no se preocupó por disimular las razones.
“Soy opositor a Milei mirando a mi provincia y no al PJ Nacional. Las diferencias en las prioridades y visiones con mi actual Bloque han llegado a un punto donde siento que, si continuo dentro del mismo, no cumpliría con el mandato que me otorgaron los santafesinos que es la defensa de Santa Fe. La agenda que se sigue es una agenda porteña, pensada para el conurbano, y enfocada en liderazgos del pasado, que se eligen como “rivales” para la tribuna, sin enfocarse en los temas que son urgentes, porque lo urgente es el presente”, planteó.
Sin nombrarla, aludió a Cristina Kirchner, a quien catalogó como una “líder del pasado” empecinada en imponer una agenda “pensada para el conurbano” desde la Capital Federal
Fuentes parlamentarias del grupo “federales” dentro de Unión por la Patria calificaron la decisión de Mirabella como “lógica”.
“Al plantear públicamente que su compromiso con los santafesinos no puede abrevar en un espacio que es refractario a Santa Fe. Es lógica pura”, señalaron a la agencia Noticias Argentinas.