Tras el fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner el pasado jueves, cuando Fernando Andre Sabag Montiel gatilló dos veces un arma de fuego en la cara de la vicepresidenta, desde el entorno de la expresidenta aseguran que la mujer más influyente del Frente de Todos “Por ahora se va a guardar y va bajar la exposición”.
Los hechos le dan la razón a las versiones, ya que Cristina solo se ha mostrado en público tras el ataque una sola vez este viernes, cuando dejó su casa en Recoleta escoltada por media docena de custodios. Por el momento se mantiene en reserva el lugar de destino actual de la vice por cuestiones de seguridad y en su entorno aseguraban que no volvería en el corto plazo a su domicilio en Juncal y Uruguay.
Según lo detalla TN, desde el círculo más próximo de Cristina detallan que “Todavía está pasando todo, ella está cayendo en la cuenta y empezando a rearmarse. Se reúne con las personas más cercanas, como Máximo (Kirchner) y Oscar (Parrilli)”.
Dicho portal agrega que cerca de la Vicepresidenta sostienen que faltó firmeza o “valor” tanto entre los dirigentes de su mayor confianza como en la custodia para hacerle entender que debía haber dejado su casa la misma noche del ataque y que tenía que tomar ciertos recaudos entre grandes concentraciones de personas.
“Todo lo que se relacione con la Vicepresidenta se hace con su consentimiento. Ella va a tener menos exposición y se reforzó la custodia”, aseguran desde el kirchnerismo.
Los enojos hacia Aníbal Fernández
El malestar en el cristinismo y en La Cámpora hacia Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nació n y jefe político de la Policía Federal Argentina –fuerza encargada de la fallida custodia- son evidentes. Las muestras de solidaridad desde dentro del peronismo –y fuera del kirchnerismo- fueron sintomáticas: Agustín Rossi, titular de la AFI, salió a defenderlo y gestos del Presidente de la Nación en favor de Aníbal también se colocan en esa dirección.
Agenda, reuniones y debates en el Frente de Todos
La conmoción por el fallido atentado ha dejado al círculo más duro del cristinismo en una suerte de stand by frente a la agenda que se habían trazado tras el pedido de condena contra la Vicepresidenta en la causa Vialidad: “Todavía está todo muy en el aire y muy movido como para pensar la agenda para los próximos días”, aseguraron fuentes cercanas a Cristina para TN.
Sin embargo, dentro del frente oficialista tienen prevista una serie de actividades para los próximos días con el objetivo de la agenda no se frene por los últimos acontecimientos.
En el Senado, base operativa de la Vicepresidenta, indican que el plan es continuar en los próximos días con el trabajo parlamentario, para evitar dar una imagen de parálisis.
Mientras el oficialismo apunta contra el Poder Judicial como uno de los actores responsables del “discurso de odio” que supuestamente propició el terreno para que se produjera el ataque en Recoleta, este mismo lunes se reanudará el juicio oral de Vialidad, en el que la expresidenta está acusada por asociación ilícita.
Superada la etapa de alegatos de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, se iniciará ahora el período de alegatos de las defensas de los 13 imputados en el proceso. Se prevén tres jornadas por defensa, y el alegato de Carlos Beraldi, el abogado de la Cristina Kirchner, tiene el sexto lugar. El turno de la defensa de la Vicepresidenta, cuando el kirchnerismo tenía pensado realizar una movilización masiva, no se produciría antes de octubre o noviembre.
La agenda económica de Massa
Sergio Massa inicia mañana una misión en Washington, con el objetivo central de coordinar acciones para el cumplimiento del acuerdo con el FMI y asegurarse el próximo desembolso de USD 4.000 millones.
Según lo detalló Infobae, la meta de gasto y de déficit fiscal del primer semestre está dentro de lo previsto. La emisión monetaria estuvo relacionada sobre todo con la necesidad de ponerle un piso a los bonos en pesos y frenar la fuerte salida de fondos que se produjo en junio y julio. Pero con este mercado más controlado, ahora no hay nuevas canillas abiertas de emisión monetaria.
El punto más complicado del acuerdo con el FMI pasa por la acumulación de reservas. Según el compromiso firmado en enero, al Central le faltarían alrededor de USD 7.000 millones para llegar a la cifra comprometida, lo que parece poco probable de lograr.
Si bien habrá dinero fresco del Fondo y quizás de algún otro organismo multilateral hasta fin de año, se avecina un período de escaso ingreso de divisas, por lo que apenas alcanzaría para abastecer la demanda de importaciones.