El Gobierno logró que se aprobaran tres nuevas leyes que generan una gran expectativa. Conocido como el “Paquete Tecnológico” habilita la creación de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Fomento a los Emprendedores y la Ley de Economía del Conocimiento.
Se trató de un trabajo que fusionó a los sectores público y privado que, durante cuatro reuniones, analizaron las iniciativas en las mesas de la Economía del Conocimiento.
El debate legislativo encontró puntos de acuerdo en las propuestas y un acompañamiento casi unánime entre las fuerzas políticas, salvo el voto negativo del Frente de Izquierda. Los proyectos aprobados confluyen en un objetivo que se puede reducir a tres palabras clave: empleo, desarrollo y competitividad.
Ahora se espera la promulgación del Ejecutivo, en un contexto en el que la pandemia desafió los modos de vida y la utilización de la tecnología, y en una provincia que ya se posiciona como referencia en la temática. Brinda la plataforma para seguir avanzando para hacer realidad la expectativa de generación de empleo genuino, de potenciar el desarrollo del sector tecnológico y de promover la competitividad entre sectores de la economía mediante la incorporación de las TIC.
Es en estos puntos donde entra en juego la economía basada en el conocimiento (EBC) o industria del conocimiento. Sector que utiliza la información como elemento fundamental para generar valor y riqueza por medio de la transformación de datos en conocimiento para su aplicación en otros sectores. Abarca rubros como la educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, telemedicina, informática, telecomunicaciones, robótica, nanotecnología e industria aeroespacial.
Diego Costarelli, senador por Cambia Mendoza, expresó “que es una industria que está exenta de los distintos ciclos negativos que puede tener la macroeconomía a nivel nacional, es decir, con todos los inconveniente que se han presentado en la Argentina y en el mundo, el Economía del Conocimiento ha sido muy fructífera y ha generado una cantidad importante de empleo privado, por encima inclusive de la media nacional”.
En una radiografía a simple vista, este sector en la provincia presenta entre 13 mil y 15 mil puestos de trabajo, siendo las empresas dedicadas al software las que condensan entre 3 mil y 5 mil de esos puestos. Las imprecisiones en los datos se deben a la cantidad de micro emprendimientos y jóvenes que se dedican a la programación de forma independiente. Sin embargo, existen estudios de los valores que proyectan un crecimiento de 500 empleos por año, y se especula que en el 2020 pueda superarlo.
Aproximadamente unas 2 mil empresas componen el esqueleto de la industria local, con la característica de ser muchas de ellas micro pymes, pero también conformado por empresas “más grandes” con sede, o al menos con presencia comercial, ya en varios países de Latinoamérica. 400 de estas empresas son específicamente de tecnología.
Si bien las estimaciones y las proyecciones a cinco años que se hacen en términos de números hablan de 10.000 nuevos empleados tecnológicos y la generación de 350 millones de dólares el enfoque principal ronda en el impacto cualitativo y en el aporte a la matriz productiva actual y su diversificación. “Es un limitante relacionar esto sólo a generación de software. Lo que hay que trabajar ahora es cómo se vincula con temas de biotecnología, con la tecnología aplicada a la vitivinicultura, con el arte, con la parte médica, la salud y la educación”, analizó Federico Morábito, director de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Provincia.
La noticia impactó en el seno de las ocho universidades presentes en la provincia con un aproximado de 30 mil estudiantes de carreras afines. Uno de los principales desafíos que se presentan es la formación de capital humano y la atracción de talento.
Morábito informó que el Gobierno trabaja en ese punto mediante el programa Mendoza Educa, financiado por el BID, que en el 2020 ha entregado más de 600 becas. También se busca incorporar la tecnología desde la escuela: manejo de programación en estudiantes secundarios, prácticas especializadas y basadas en la tecnología en las carreras universitarias. Pero si una de las aspiraciones es la exportación de los servicios, es imprescindible que se incorpore la adquisición del inglés como segunda lengua, remarcó Morábito.
Roberto Giro: “El sector tecnológico ayuda a toda la economía”
“Es necesario que la comunidad entienda que el sector tecnológico o el sector del conocimiento es un sector transversal que ayuda a toda la economía. En esencia Mendoza siempre ha sido muy innovadora.”, dijo Rodolfo Giro, fundador de InterBrain, y representante del Sector Conocimiento y Software de la FEM.
“El Parque de Innovación Tecnológico de Mendoza es un referente regional, único por sus características”, agregó.
El Polo TIC aglutina a 25 empresas que generan 500 puestos de trabajo directo. Y se distingue por el concepto colaborativo entre ellas para la competencia hacia afuera.