Su rol es doble: intendente de Godoy Cruz y presidente del radicalismo mendocino. Pero la coyuntura exige que Tadeo García Zalazar le asigne una prioridad importante a la segunda función, ya que está a cargo del diseño del frente electoral Cambia Mendoza para las elecciones de este año.
La tensión máxima con Omar de Marchi y otros socios de la UCR marca el momento. Son horas clave: la presidenta del PRO a nivel nacional, Patricia Bullrich, acaba de anunciar que este lunes podría decidirse la intervención del partido a nivel provincial.
“Creo que la intervención es la única decisión posible”, sentencia García Zalazar, en medio de una entrevista en la que también se refiere a los los desafíos de la campaña electoral de Alfredo Cornejo, se ilusiona con otra gestión como gobernador de su líder y tira pistas sobre su futuro.
-¿Le costó “desensillar” de la candidatura a gobernador?
-Me costó menos que a otro que ya estaba con el caballo corriendo. La verdad es que la decisión no es individual. La aspiración individual, si no fuera reflejada en el candidato que es ahora, sería otra. La opinión mía de Alfredo Cornejo es muy positiva y admiro que haya tomado la decisión de ser candidato a gobernador. Me parece que como gobernador puede influir mucho más que como senador en Juntos por el Cambio para que a Mendoza le vaya mejor.
-Él quería influir como funcionario nacional, ¿se complica para alguien que es del interior?
-Mi opinión es que no hay proyecto político posible, que saque al país adelante, si todos los ministros tienen un número 011 en sus teléfonos. Tiene que haber un federalismo más real y gente con experiencia, que haya demostrado capacidad de gestión. No hay margen para un gobierno parecido al de 2015, con gente que no venga de la política y esté toda centrada en Buenos Aires.
-Tal vez por esa lógica concentrada, Cornejo vuelve a dar la pelea acá…
-Creo que vamos a tener un Cornejo recargado, que va a gobernar con mucho con recambio, con jóvenes, con millennials. Y que va a poner todo su capital político para que Mendoza le vaya mejor. Si a Mendoza le va mejor, a Argentina le va mejor.
-¿Están revisando ese concepto? Porque hasta hace poco decían que Mendoza no puede incidir mucho porque no define la macroeconomía.
-Yo creo que en el fondo, la mayoría de las variables son nacionales. Pero hay espacio para innovar en algunas herramientas del gobierno provincial que pueden ser interesantes. Hay tres o cuatro ideas que se están evaluando.
-¿Puede mencionar alguna?
-Yo creo que se puede hacer mucho. Mendoza tiene orden y calidad institucional. A pesar de todo lo que lloran los empresarios, tiene un progreso medio interesante y puede ser mucho más interesante con herramientas. Por ejemplo, no sé si tiene que ser un banco propio, pero sí tener financiamiento propio. Un ejemplo mío: estamos por emitir en marzo bonos verdes atados a la baja de emisión de carbono y una granja solar que va a producir un mega por mes, que va a generar ingresos para pagar el bono. Esas herramientas no son comunes. Es una herramienta para que el sector crezca, haga cosas por el ambiente y los ingresos apalanquen otras obras. El capital será menor a 300 mil dólares. La Provincia puede multiplicar por 10, o por 100, esta acción.
-¿Dónde se ve usted después de diciembre?
-Colaborando en la gestión provincial donde haga falta. Pero no hay que gastar a cuenta: primero hay que ganar las primarias, la elección general y luego armar el gabinete.
-¿Sería funcionario de un gobierno de Cornejo?
-No tendría ningún problema en ser funcionario de un gobierno de Cornejo, pero tampoco es mi aspiración principal. No es una aspiración hasta diciembre. Mi prioridad es entregar un municipio ordenado, como presidente del partido que haya un buen desempeño en los 18 municipios y que Cornejo pueda ser gobernador con un buen porcentaje de votos.
-¿Lo tiene cansado la interna con el PRO de De Marchi?
-La novela interna sí, pero yo entiendo que está todo el foco ahí porque es el partido gobernante y donde más movimiento hubo.
-Acaba de decir Patricia Bullrich que el lunes podrían definir la intervención del PRO mendocino.
-Para resumir, esa línea va a marcar el antes y el después, para los que faltan alinearse, como el PRO y Unión Popular. El miércoles tuve una reunión con casi toda la junta ejecutiva de la Coalición Cívica. Fue positiva y hay buena predisposición mayoritaria de integrar Cambia Mendoza. Ellos tienen que tomar su decisión.
-¿Es una buena decisión la intervención nacional del PRO?
-Creo que es la única decisión posible si lo que prima es el proyecto individual por encima del proyecto de Juntos por el Cambio a nivel nacional y de Cambia Mendoza a nivel provincial. No hay otra salida. Nosotros hemos ido haciendo los actos útiles para que el PRO se integre y participe de la mesa de Cambia Mendoza, pero hay una intención de Omar de Marchi de hacer una experiencia por afuera del frente. Así lo ha dicho y así lo ha conversado con los partidos que habla. Nosotros le damos todas las garantías que le da la ley de la primaria para que vaya a la PASO. Pero como ya lo hizo en 2019 y le fue mal, no sé cuál será su destino ahora. Creo que la mesa nacional del PRO no tiene más opciones si persiste en no integrar Cambia Mendoza.
-¿No debería repensar el radicalismo la apertura que tiene con el PRO?
-Yo creo que siempre hay espacio para la mejora. Segundo, el radicalismo ha cumplido con creces los acuerdos que se han hecho en la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Tercero, la UCR en Mendoza ha sido mucho más generosa que el PRO en CABA, desde el punto de vista político y respecto de la participación en decisiones políticas. Por ejemplo en la Legislatura provincial, en el bloque del oficialismo, con leyes en las que el PRO ha opinado y las ha modificado. De Marchi cuestiona al Gobierno en dos o tres temas en los que ellos fueron parte del proceso de negociación. Cuestionaron lo de la Corte cuando el PRO participó en el proceso de sorteo y reforma de las salas.
-¿Pero el proyecto de la Corte no lo hicieron el alto tribunal y el Gobierno?
-El bloque del PRO tenía conocimiento del proyecto. Y no solo tenía conocimiento, había dado el aval.