“Cuando uno dice ‘quiero preservar la mesa de los argentinos’, ellos leen ‘promueven una nueva pelea con el campo’. Y cuando uno dice ‘queremos revisar la ley de biocombustibles’, ellos leen ‘quieren terminar con los biocombustibles’. Lo que nosotros decimos es ‘queremos hacerlo mejor para que ustedes produzcan y den más trabajo’”.
El Presidente Alberto Fernández, sentado junto a cuatro ministros y al gobernador Juan Manzur, desde Tucumán, preparó el terreno de cara a un supermiércoles en el que el Gobierno nacional, como un ajedrecista, jugará partidas simultáneas: mientras Fernández recibirá la Mesa de Enlace en la Casa Rosada, un grupo de ministros empezará las reuniones con sindicalistas (este miércoles) y empresarios (el jueves) para discutir un acuerdo de precios y salarios.
En Olivos planificaron la previa de las cumbres del supermiércoles. Viajó a Tucumán con una comitiva presidencial jerarquizada: Santiago Cafiero, los ministros Guzmán (Hacienda), Kulfas (Producción) y De Pedro (Interior); el canciller Felipe Solá y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, también fueron invitados los sindicalistas Héctor Daer y Antonio Caló.
“Hay que producir más y cuidar el bolsillo de la gente”, fue otra de las consignas que dejó Fernández en su paso tucumano. El Presidente recibirá la Mesa de Enlace, después de que la dirigencia ruralista expresara su temor a que el Gobierno aumente algunos puntos las retenciones. “No somos formadores de precios de alimentos”, argumentan desde el ruralismo, sector que insiste en identificar en “la emisión monetaria y el déficit fiscal” (además de cierta distorsión impositiva) las causas de la aceleración inflacionaria del último trimestre, según pudo leerse en un informe entregado al gobierno.
“La Argentina que mejor funciona no es la que ajusta”, dijo Fernández, en réplica al ruralismo y a la oposición política de Juntos por el Cambio.
“Tenemos que garantizar que los precios internacionales no se vuelvan en contra de los argentinos”, dijo Fernández, tras recordar los buenos precios que se paga en los mercados externos por los productos primarios locales. El Presidente habló ante industriales del Noroeste argentino.
El ministro Kulfas también expuso ante el foro empresarial. Destacó la importancia de las energías renovables, la electro-movilidad y los biocombustibles, entre ellos, el etanol producido en Tucumán. “Tuvo un aporte positivo de casi US$ 1.500 millones a la balanza comercial entre 2007 y 2020 y generó cerca 7.000 empleos”, recordó. “Consideramos necesario e importantísimo continuar con este esquema de promoción e incorporando nuevos desafíos que mejoren su productividad y competitividad”, dijo el ministro sobre el sector biocumbustibles, en momentos en que el Congreso discutirá la actual ley que promueve beneficios a la actividad.
“La tarea es unir esfuerzos los que producen, los que trabajan y el Estado” para “cuidar al consumidor argentino”, sintetizó Fernández.
“Tranquilizar la economía” es la consigna rectora del ministro Guzmán y que ha hecho propia la Casa Rosada. El ministro fue otro de los expositores del foro tucumano. Dijo que el objetivo del gobierno es reducir “cinco puntos porcentuales” el nivel inflacionario durante este año. El Gobierno planteó en el Presupuesto nacional una inflación anual del 29 por ciento. El 4 por ciento de inflación de diciembre pasado preocupan al oficialismo y a aliados como la CGT. De proyectar este número, aquél 29 % será otro dibujo más.
A propósito de la suba de precios de los alimentos, el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, opinó que en algunos casos “hay abusos de los empresarios”. El diputado nacional, que acaba de presentar en el Congreso un proyecto para subir el mínimo de Ganancias, dijo que el Estado y los empresarios deben discutir la desdolarización de la economía. “No puede ser que se pongan precios de dólares a productos hechos con insumos y salarios en pesos”, sostuvo Massa en declaraciones a C5N.
A la hora de explicar la suba en los precios de los alimentos, el núcleo inflacionario más duro, distintos funcionarios miran en dirección al ruralismo y dicen que “el Estado no debe renunciar a todos los instrumentos que tiene a manos”. La Mesa de Enlace pidió entonces la reunión que mantendrá este miércoles con Fernández.
La CGT ha dicho que no quiere ningún techo en la discusión salarial paritaria, como marca el 29 % de inflación anual que pretende poner en caja el Gobierno. Desde la UIA, Daniel Funes de Rioja, ha dicho que la industria alimenticia tampoco es la culpable de la suba de precios. Este miércoles a las 11, en el Museo del Bicentenario, el Gabinete Económico recibirá a la CGT, a sectores rebeldes de la Central Obrera como los camioneros de Hugo Moyano, también a las dos CTA. Al día siguiente, en el mismo lugar, el gobierno recibirá a representantes de distintas cámaras y sectores empresarios. Entre otros fueron convocados Luis Pagani (Arcor), Luis Pérez Companc (Molinos Río de la Plata), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza) y Paolo Rocca (Ternium). Será el inicio de una dura pulseada.
El Gobierno pretende amortiguar las tensiones entre precios y salarios, y pactar entre los distintos sectores “una coordinación de políticas de precios y salarios, consistente con los objetivos de política macroeconómica”.
