La euforia generada por el contundente triunfo de Cambia Mendoza en las elecciones legislativas precipitó posicionamientos y especulaciones sobre candidaturas en la carrera por la Gobernación para 2023. Ante este escenario, el gobernador Rodolfo Suárez y el senador nacional electo Alfredo Cornejo han decidido ponerle un freno a la pelea por la sucesión al interior del oficialismo.
Los líderes de la coalición convocarán en los próximos días a una reunión a los intendentes del espacio para marcarles la cancha y advertirles que no lancen sus candidaturas anticipadamente. Ambos dirigentes dejan trascender que quieren evitar pujas prematuras que distraigan la atención de la gestión y los graves problemas económicos y sociales que atraviesa el país.
Tras conocerse los resultados oficiales sobre el final de la jornada electoral, el 14 de noviembre varios jefes comunales oficialistas salieron a mostrar el contundente respaldo que habían obtenido en sus departamentos. Si bien se trataba de una celebración por la victoria, una segunda lectura permitía ver que existía también un posicionamiento implícito de cara al futuro.
De todas maneras, durante las semanas posteriores a los comicios ningún intendente esbozó un intento de lanzamiento, pero los máximos referentes de Cambia Mendoza quieren bajar un mensaje tajante al interior del espacio y evitar internas en el corto plazo.
Sintonía fina
Suárez considera que las postulaciones precipitadas podrían debilitarlo en la segunda parte de su gestión, un común denominador de la mayoría de los gobernadores al no haber posibilidad de reelección. En este sentido, desde la Casa de Gobierno advierten que quienes pretendan lanzarse ahora se llevarán una importante reprimenda.
Por su parte, Cornejo entiende que la fortaleza del actual mandatario no se vería resentida por esta situación. Por el contrario, observa que quien se vería perjudicado sería el dirigente que lance una candidatura apenas terminada una elección y mientras la sociedad está atravesando un grave deterioro social y económico.
Otro aspecto que pone sobre la mesa el ex gobernador es que ningún intendente tiene los votos en el bolsillo y que el apoyo de las urnas no se puede trasladar a otro contexto. “Que saquen el 55% o el 60% habla de buenas elecciones y de un aval al intendente, pero también dice que sos parte un equipo que tiene esos votos. Si estuvieses en otro equipo, no sacás esos votos”, manifestaron a Los Andes desde el entorno del senador electo.
La cúpula de Cambia Mendoza quiere postergar hasta fines de 2022 la disputa por la sucesión. Señalan que llegado el momento verán quién se encuentra mejor posicionado y remarcan que siempre han resuelto bien y sin conflictos discusiones similares. Este será el eje que se planteará en el cónclave con los intendentes oficialistas.
Asimismo, esta bajada de línea que apunta a freezar las aspiraciones para el 2023 incluye también la carrera por las sucesiones en las intendencias. En dos años, seis jefes comunales radicales concluirán su mandato y no tienen reelección, lo que abre un escenario de pujas entre dirigentes a nivel departamental.
La conducción oficialista quieren anular cualquier posibilidad de disputa interna prematura en Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, Rivadavia, Tupungato y Alvear, donde los actuales intendentes están imposibilitados de ser reelectos y abundan los aspirantes a sucederlos.
“Esto es un equipo y en el marco de ese equipo no tiene ningún sentido que nadie saque los pies del plato”, expresó una fuente del radicalismo.
Aspiraciones responsables
Si bien todavía nadie muestra abiertamente sus cartas, varias figuras del radicalismo tienen un lugar reservado en la mesa de juego de 2023. De cualquier modo, casi todos coinciden con la bajada de línea de la cúpula oficialista y descartan lanzarse anticipadamente.
El intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, y el de Capital, Ulpiano Suárez, son señalados por muchos como los principales apuntados a competir por la sucesión en el oficialismo dentro de dos años.
García Zalazar fue reelecto días atrás como presidente de la UCR provincial. En los últimos años ese cargo ha servido de trampolín para una candidatura a gobernador por el espacio, como sucedió con Cornejo y Suárez, que ocuparon ese sillón también.
El godoicruceño evita hablar de postulaciones y resalta que hacerlo en estos momentos es una irresponsabilidad y una falta de respeto a la ciudadanía, que espera por la resolución de los problemas actuales.
Sin embargo, desde su entorno resaltan que el trabajo realizado durante su gestión ha generado que sea mencionado entre los aspirantes a la Gobernación. A la vez que destacan el rol que ha tenido como titular del radicalismo para ampliar el partido y el frente y consolidar el último resultado electoral.
En diálogo con Los Andes, Ulpiano Suárez desestimó de pleno una postulación anticipada. “A mí me votaron y me pagan el sueldo los vecinos para ser intendente hasta el último día y para eso voy a dedicar todas las horas de mis días. Y lo que suceda en 2023 va a venir por añadidura”, expresó.
“Soy consciente que formo parte de un equipo que gobierna la provincia desde 2015 y voy a estar donde el equipo me necesite”, dijo y resaltó que “no hay candidaturas automáticas ni ‘descandidaturas’”.
Un elemento a considerar es que el jefe comunal capitalino está atravesando su primer mandato, por lo que tiene la posibilidad de ser reelecto. Sin embargo, algunos trazan un paralelismo con la experiencia de su tío, Rodolfo Suárez, quien dio el salto a la Gobernación al terminar su primer período al ser considerado el mejor candidato entre sus correligionarios.
Aparecen también en consideración los intendentes de Guaymallén, Marcelino Iglesias, y de Las Heras, Daniel Orozco, encargados de gestionar los departamentos más populosos de la provincia.
El guaymallino afirmó que le parece “una tontería absoluta” hablar de candidaturas ahora. “Me niego totalmente a empezar a pensar en el 2023 cuando tenemos una cantidad de interrogantes e incertidumbre sobre la marcha diaria. Yo lo califico casi como una irresponsabilidad ponerse a pensar en las candidaturas”, sostuvo a este diario.
En la misma línea, el lasherino manifestó que está “totalmente de acuerdo” en que se postergue la discusión sobre la sucesión. Recientemente, el médico se sumó a la conducción de la UCR como secretario general del partido, lugar que le da mayor proyección, y ha señalado en varias oportunidades que aspira a continuar su carrera política en cargos ejecutivos.
A su vez, algunos destacan la posibilidad de que una dirigente radical entre en escena y apuntan a la recientemente electa senadora nacional Mariana Juri como una de las aspirantes en la disputa.
Por su parte, en la UCR no se descarta que Cornejo decida competir nuevamente por la Gobernación en 2023, ya sea porque es el candidato mejor posicionado o para ordenar eventualmente a la tropa. Sin embargo, las aspiraciones a mediano plazo del senador electo son nacionales.
En juego
Otro radical que saltó a la cancha en la última semana fue Luis Petri, diputado nacional que finaliza su mandato en los próximos días. Según expresaron allegados al sanmartiniano, comenzó a construir un proyecto con vistas a 2023 y se encuentra recorriendo departamentos de la provincia.
El hecho de quedar fuera de las listas este año y el respaldo que obtuvo tras eso fue un empujón para lanzarse, aseguran. En tanto, si bien planea jugar dentro de la estructura de Cambia Mendoza, no descartan que pueda hacerlo desde el Pro.
Hablando del Pro, un dirigente que ya ha adelantado que aspira a gobernar Mendoza y que seguramente estará en la grilla de 2023 es el diputado nacional Omar de Marchi. Desde su entorno, resaltan que el lujanino no comparte la visión de Suárez y Cornejo de frenar las postulaciones.
Entiende que no es algo que pueda resolverse dos meses antes de la elección, sino que hay que trabajar con tiempo y planes estratégicos definidos. Parado sobre el contundente resultado electoral obtenido en Luján y el crecimiento del Pro en la Legislatura, De Marchi se plantea jugar fuerte dentro de dos años.
Escenario 2023: desdoblamiento, unificación y boleta única
Las últimas dos elecciones a la Gobernación de Mendoza se hicieron de forma desdoblada respecto de las presidenciales. Actualmente, la legislación electoral provincial establece que los comicios locales deben celebrarse en forma independiente de los nacionales, aunque el gobernador tiene la facultad de unificar los calendarios.
El escenario político nacional vigente en 2023 jugará un rol decisivo en la determinación que tome Suárez cuando convoque a elecciones. En este sentido, la interna nacional de Juntos por el Cambio en unas eventuales PASO, podría tener una correlación a nivel provincial o, en caso de separar los procesos electorales, podría resolverse la puja de fuerzas de forma independiente.
Por otro lado, la ley provincial 8.967 dispone que la emisión de sufragio en sostén papel se podrá concretar por vía del sistema de Boleta Única. La normativa establece que “el diseño, formato, medidas y cualquier especificación relacionada a la misma la establecerá el Poder Ejecutivo Provincial al momento de convocar a las elecciones, donde ejercerá la facultad de elección de dicho sistema. En el caso de implementarse el sistema de boleta única el Gobierno Provincial asumirá el pago de los gastos que la confección de la misma requiera”.
Esto quiere decir que a nivel local está en manos de Suárez la posibilidad o no de tener boleta única en 2023, aunque depende también de la unificación o no de los comicios provinciales con los nacionales, porque en ese caso rige la legislación nacional.
Tanto García Zalazar, como Ulpiano Suárez y De Marchi, entre otras figuras de Cambia Mendoza, se han manifestado a favor de implementar este sistema.